MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.

Capitulo 103

Enfermera: Señor Juarez por favor retírese, el Doctor va a revisar a su esposa.

Eduardo: Gracias, mi vida nos vemos al rato, no olvides que te amo.

Bárbara sonrió y sólo bastó su mirada para corresponderle a esas bellas palabras.

El médico evaluaba a Bárbara mientras todos en sala de espera comentaban lo sucedido, el comandante llegó a la clínica y hablo con todos, les aviso que Lucio y sus acompañantes estaban siendo buscados por todo el país.

Eduardo le pidió a Fernanda que le explicara como haba sido eso de que habían querido abusar de Bárbara, Fernanda le conto con puntos y señales lo ocurrido, estaba furioso y le pidió al comandante que cuando diera con el paradero de Lucio le avisaran pues quería darle su merecido por cobarde.

Pasaron varios minutos cuando el médico salió de la habitación de terapia intensiva donde estaba Bárbara.

Eduardo: como sigue?

Doctor: acabamos de aplicarle un antibiótico, espero que para mañana su estado sea más estable, como estaba algo ansiosa tuvimos que sedarla, asi que despertará hasta mañana.

Eduardo: puedo quedarme con ella?

Doctor: no es recomendable, es mejor que vaya y descanse, mañana en la mañana podrá verla, por ahora estaremos todos pendientes de su salud.

Santiago: El Doctor tiene razón Eduardo estos dos últimos días no has dormido ni comido bien, vamos a que descanses y mañana regresamos, además tus niños te necesitan mucho.

Aurora: es verdad, mis hermanitos te echan de menos, y mientras mi mamá no este lo mejor es que estén a tu cuidado, si quieres yo me quedo aquí por si hay alguna novedad en la madrugada.

Santiago: me parece perfecto, así yo me llevo a Santi conmigo y tu te quedas tranquila pendiente de tu mamá.

Antonio: yo sé lo mucho que deseas estar a su lado, pero Bárbara te necesita fuerte o que quieres que los dos estén enfermos? Dime quien va a cuidar a los gemelos?

Eduardo: esta bien, está bien, tienen razón, Aurora tendré mi celular todo el tiempo prendido.

Aurora: ve tranquilo.

La noche transcurrió tranquilamente, Bárbara fue revisada por los especialista a primera hora, su estado ya era estable, el tratamiento estaba funcionando, las 12 horas que habían puesto como prueba al medicamento habían sido positivas.

Aurora estaba dormida en uno de los sillones de la sala de espera, el Médico salió a darle las buenas noticias sobre la salud de Bárbara, le accedió la entrada a verla.

Aurora: mamá?

Bárbara: Aurora!!

Aurora abrazó a su mamá, el encuentro madre e hija fue bellísimo, ambas estaban felices de volver a verse.

Aurora: no sabes como le rece a la virgen por tu salud, no quería perderte y me hizo el milagro de salvarte.

Bárbara: tu no me vas perder hija, aquí estoy viva para seguir queriéndote a ti, a Eduardo , a tus hermanitos y por supuesto a santi, ustedes son la razón de mi vida.

Aurora: me alegra tanto verte bien mamá.

Bárbara: y Eduardo?

Aurora: esta en casa descansando, la verdad estuvo muy intranquilo estos días, nunca lo había visto tan desesperado, te ama muchísimo mamá.

Bárbara: y yo a él.

Aurora: quieres que lo llame?

Bárbara: no, deja que descanse un poco,y los niños?

Aurora: están bien, santi esta tan travieso como siempre y mis hermanitos tan hermosos.

Eduardo había logrado descansar lo suficiente estaba despidiéndose de sus bebés que quedarían a cargo de Antonio.

Eduardo: ya se durmieron.

Antonio: mira esto Eduardo.

Antonio le enseño el periódico a Eduardo, de alguna manera era la noticia de la aparición de Bárbara y Fernanda y la búsqueda de Lucio y sus cómplices.

Eduardo: espero que de algo sirva, pero una recompensa?

Antonio: el dinero podría atraer a sus cómplices o a alguien que los haya visto, mientras Lucio siga suelto la vida de Bárbara corre peligro.

Eduardo:es cierto, mejor voy a verla a la clínica.

Eduardo llegó a la clinica pero no pudo ver de inmediato a Bárbara, los médicos estaban con ella.

Mientras los hombres de Lucio buscaban señales de Bárbara y Fernanda en Buena Esperanza se encontraron el periódico, de urgencia se lo llevaron a Lucio, ya era un hecho la policía andaba detrás de él y se daría recompensa a quien ayudara a ubicarlo.

Lucio: esto no puede ser!! Como demonios lograron llegar hasta ese colegio? Esto no puede quedarse así, si no pude hacer mia a Bárbara al menos la haré pagar por todo lo que me hizo.

Hombre 1: y que va a hacer?

Lucio: acabaré con ella así sea lo ultimo que haga en mi cochina vida.

Hombre 2: Pero como?

Lucio: iré a la clínica donde esta.

Lucio les explico el plan que debían seguir para entrar a la clínica sin ningún contratiempo.

Eduardo por fin logró entrar a ver a Bárbara.

Eduardo: como te sientes?

Bárbara: algo mareada, debe ser por el medicamento.

Eduardo: te veo mejor ahora, anoche estabas muy pálida.

Bárbara: la verdad me sentía muy débil,y sabes que paso con los tipos que nos secuestraron?

Eduardo: no mi vida, aún no, pero ya los están buscando, tu quédate tranquila que todo estará bien, yo te cuidaré con mi vida si es necesario para protegerte.

Bárbara: no hables de eso, yo te quiero vivo, a mi lado.

Eduardo tenia una de sus manos en el rostro de Bárbara, se acercó un poco más y la besó, el Doctor y la enfermera iban entrando y al verlos así prefirieron salir para no interrumpirlos.

Eduardo: estos días sin tenerte a mi lado fueron eternos.

Bárbara: yo también te extrañe mucho y temí lo peor, pero Dios quiso darme otra oportunidad y ahora tengo muchas más ganas de vivir.

Pasaron un par de horas y mientras los médicos revisaban de nuevo a Bárbara, Eduardo salió a tomar un café.

Doctor: no cabe duda, esta mujer es muy guerrera, ayer llegó muy delicada pero hoy es muy notoria su mejoría.

Enfermera: si Doctor, pero seguramente es por todo el amor que su familia le tiene lo que le da fuerza.

Doctor: si eso mismo pienso yo, bueno vamos, ella debe descansar.

El Médico y la Enfermera se retiraron, Bárbara dormía profundamente, la puerta de la habitación se abrió, era Lucio que había lograron entrar disfrazado de médico, tomo una almohada y la puso sobre Bárbara con el objetivo de asfixiarla.