MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.

Capitulo 106

Eduardo y varios hombres de la policía entraron a la clinica, doblaron la vigilancia y como había dicho aquel hombre el área donde estaba Bárbara extrañamente estaba accesible a cualquier persona, los guardias que vigilaban afuera su habitación no estaban, era evidente el otro hombre de Lucio los estaba entreteniendo.

Eduardo: seguro ese miserable esta en el cuarto de mi esposa.

Mientras dentro de la habitación...

Bárbara: eres un pobre iluso si crees que vas a acabar conmigo.

Bárbara se levantó de la cama y empezó a forcejear con Lucio, el trataba de ahorcarla pero ella lograba esquivarlo de alguna manera, corrían por toda la habitación, al final Bárbara agarró un florero donde estaban flores que le habían enviado y lo golpeo fuerte mente en la cabeza, lo amarro con algunas sábanas de su cama y salió a buscar ayuda.

Eduardo y los dos policías corrían a la habitación de Bárbara y se la cruzaron el pasillo.

Bárbara: Eduardo!!!

Eduardo: Bárbara.

Ambos corrieron y se dieron un fuerte abrazo.

Eduardo: estás bien?

Bárbara: si

Eduardo:tenemos que llevarte a un lugar seguro, Lucio esta suelto y amenazó con venir a hacerte daño.

Bárbara: lo sé, esta en mi habitación.

Comandante: como?

Bárbara: quiso matarme pero logre escapar no sin ates golpearlo y dejarlo inconsciente.

Eduardo: tu hiciste eso mi vida?

Bárbara: si.

Eduardo: que valiente eres.

Comandante: muchísimo señor Juárez, bueno ustedes manténganse en un lugar seguro mientras mis hombres y yo nos encargamos de Lucio.

Bárbara y Eduardo se fueron del lugar mientras el comandante y la policía se encargaban de Lucio.

Comandante: por fin te tenemos Lucio, ahora ya no podrás escapar a tus delitos.

Lucio: que delitos? Yo ya pague mi pena en la cárcel, lo único que quería era vengarme de Bárbara Greco.

Comandante:estas acusado de secuestro e intento de homicidio, pasarás una larga temporada en la cárcel.

Lucio: maldita sea, esa mujer me las va a pagar.

Policía: comandante logramos atrapar al hombre que acompaña a este hombre, lo llevan rumbo a la comisaria para que declare.

Cuando el comandante y La policía traían a Lucio esposado se cruzaron con Bárbara y Eduardo.

Lucio: no sé si lo que tienes es pacto con el diablo para que todo te salga bien, por ahora te salvaste, pero que te quede claro que no será por mucho tiempo, acabaré contigo algún día.

Eduardo abrazó a Bárbara aunque no le demostró miedo a Lucio, reflejaba cansancio, se había esforzado mucho  para defenderse.

Eduardo: tienes que descansar bonita.

Eduardo llevó a Bárbara a la habitación, le dieron un calmante y se quedo dormida, quiso quedarse con ella, autorizado por los médicos por supuesto.

Mientras dormía su medico de cabecera le explico a Eduardo que Bárbara podía ser cambiada de habitación al dia siguiente, pues su estado ya no era tan delicado, lo que esa noche había pasado era la prueba de que era una mujer muy fuerte.

Eduardo: Doctor usted cree que mañana mismo pueda llevármela a casa, puedo contratar una enfermera para que me ayude a cuidarla.

Doctor: esta bien, pero con la condición que aparte de la enfermera yo vaya a darle su ronda al menos dos veces al dia.

Eduardo: de acuerdo Doctor.

Lucio estaba encerrado y se hacían los trámites para trasladarlo junto a sus cómplices a una de las cárceles más seguras de México.

Al día siguiente Fernanda como segunda víctima de secuestro fue a identificar a los cómplices de Lucio, necesitaban su declaración.

Antonio llego a la comisaría para ver los avances de las últimas horas, Eduardo lo había puesto al tanto de lo sucedido la noche anterior.

Antonio: Comandante vengo a comentarle que Bárbara fue llevada a casa, estará bajo el cuidado de una enfermera.

Comandante: me alegro, y no se preocupe que mientras se le da condena a Lucio y a sus cómplices su casa estará vigilada todo el tiempo, déjeme decirle anoche me asombró la valentina de la señora Bárbara al enfrentar a Lucio a pesar de estar enferma.

Antonio: si, asi es ella.

Fernanda: cuando estuvimos secuestradas siempre se mantuvo fuerte y dispuesta a luchar para quedar libre, debo admitir que es una gran mujer que ha aprendido mucho de sus errores.

Eduardo y Bárbara llegaron a casa, ya Antonio, Aurora y Santiago la esperaban.

Aurora le entrego unas bellas flores a su mamá.

Aurora: te vas a terminar de recuperar muy rápido mamá vas a ver.

Bárbara: con ustedes por supuesto que si.

Aurora: y los niños?

Santiago: están dormidos, es su hora de siesta.

Bárbara: es verdad.

Eduardo: ya tendrás la oportunidad de tenerlos cerca, ahora vamos a nuestra habitación tienes que descansar.

Subieron a su cuarto, Bárbara se puso cómoda.

Eduardo: quieres comer algo mi vida? Que necesitas?

Bárbara: nada mi cielo estoy bien.

Santiago: bueno yo me retiro, mi papá le dieron de alta hoy y quiero estar con él.

Aurora: esta bien, cuídate mucho.

Santiago: mañana vendré a verlos.

Lucio fue trasladado junto a sus cómplices a una cárcel de mayor seguridad, transcurrieron casi dos semanas en la cuales Bárbara logró recuperarse por completo mientras Eduardo hacia los trámites para su viaje y residencia en los Estados Unidos, y para la sorpresa que le estaba preparando.

Llegó el día de su última visita al especialista.

Doctor: señora Bárbara a partir de hoy usted puede seguir su vida normal.

Bárbara: es una maravillosa noticia, entonces ya podré darle pecho a mis hijos?

Doctor: Efectivamente, ya esta completamente curada.

Eduardo: que alegría Doctor, muchas gracias por estar al pendiente de la salud de mi esposa.

Doctor: sólo hago mi trabajo.

Los dos salieron del consultorio, cuando iban en el auto Eduardo extrañamente se desvió del camino a casa.

Bárbara: mi amor, a donde vamos?tenias que voltear a la derecha.

Eduardo: te voy a llevar a otro lugar.

Bárbara: que Estás tramando?

Eduardo: es una sorpresa.

Bárbara: pero y los niños?

Eduardo: Antonio y Aurora están con ellos, no te preocupes.

Llegaron a un hotel y subieron hasta el último piso en la mejor suit, Eduardo abrió la puerta y ahi estaba la sorpresa para Bárbara.