Capitulo 18: "Era ella."

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Cuerpos por todos lados, las arcadas llegaban a mi, pero no quería vomitar.

Debía encontrar a Sophie. La visión cada vez se me nublaba más y mi pierna lastimada no me dejaba.
Llevaba una mano sosteniendo la herida de mi estomago.

- Sophie... - mi voz era un hilo.
Seguía caminando entre los cuerpos, no la veía por ningún lado espero que ella haya podido escapar.

Llegué al otro lado del salón y abrí la primera puerta, pude oír las ambulancias llegando.

- Ya es tarde.... - murmuré. - Sophie...
- caí en medio del pasillo, no recuerdo nada más después de eso.

                 *    *    *    *    *    *

Árboles a mi alrededor, corría sobre rosas negras, espinas en mis pies descalzos, luego vi unos ojos. 

Me desperté de golpe gritando con fuerza. Todo a mi alrededor era blanco.

Estoy muerta.

No. Una enfermera, llegó a mi lado y me calmó.
- Tranquila, mi niña ya todo pasó.
- ¿Donde está Sophie? - mi voz era extraña y ronca.

- No sé de quién me hablas niña.
- De mi... amiga, ella estaba... conmigo... allí... anoche.

- No tengo información de eso, descansa.
- No, no puedo yo. Usted no entiende.

- Deberías descansar. - eran Annie Kyle y Sam.
- No pueden estar aquí por favor retirense...

- No por favor... déjelos, no tengo familia aquí, así que.

- Está bien cinco minutos. - salió por la puerta.
- ¿Cómo te sientes? - Annie se veía preocupada, pero yo solo quería saber de Sophie.

- ¿Donde está Sophie?
- Ella está bien. - dijo Sam. - la están revisando, porque tiene unas cortadas, es algo pequeño no te preocupes.

Pude respirar aliviada.

- ¿Qué hacías ahí? - el tono de voz de Kyle era autoritario.
- Salí a divertirme.

- Y mira como quedaste.
- ¿Pueden sacarlo de aquí? - dije.
Sam hizo a tomarlo del brazo para conducirlo a la puerta.
- Si me tocas te mato. - le dijo.

- Mejor vamos, Rae necesita descansar. - le dijo Annie.

- No salgan ustedes dos de aquí ahora. - les gritó Kyle.
- Pero...
- AHORA.

Annie y Sam salieron.
- ¿Qué te pasa?
- No, que te pasa a ti ¿quieres morir?

- Sólo salí a tomar algo...
- Si a un maldito club de seeker buena elección. - su tono seguía igual.

- Yo no sabía...y no me hables así lárgate idiota. - mi voz era apenas un susurro.

- Mira como están tus heridas..
- levantó la sabana que me tapaba y me mostró la herida de mi pie.

Era muy negra y salía humo de ella.
- ¿Qué les vas a decir a los doctores eh?
- Yo... no lo sé. 

- Tú nunca sabes nada.
- CÁLLATE, vete de aquí, ayer yo solo... - mis ojos se llenaron de lágrimas. - quería despejar mi mente, quería sacar al imbécil de Kyle que rompe mi corazón cada vez que se le da la puta gana.

- Ahora, no me digas que es mi culpa.
- No sabes cuanto te odio, odio esa faceta de ti... - lágrimas mojaban mis mejillas cada vez más. - no quiero que me veas llorar, no soy débil, pero mi corazón ya no da más.

Su rostro se contrajo. - Rae yo... - se acercó a mi.

- No, lárgate no me toques, ya me has hecho mucho daño.

La Rosa Negra © #CA2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora