5: El cuarto de las Escobas

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-Aubrey, que vergüenza contigo -Mamá dijo, suspiró y puse los ojos en blancos. Estas escaleras infernales eran demasiadas largas ¿Cómo hago para estar tranquila cuando tengo un maldito acosador? Tuve que contener las lágrimas, tenía que ser fuerte y tenía que tener un plan para que Ransom no fuera mi guardaespaldas, por fin salí del maldito edificio ya no le tenía que ver la cara al patético a James. Cuando creía que en el auto iba a ver tranquilidad mi madre empezó a quejarse de mi comportamiento, de lo mal que trate a Ransom, que fui muy grosera con él. Ella no conocía a Ransom, ella no podía hablar de alguien que no conoce.

-Mamá, no lo conoces... -empecé a decir, ella como siempre me interrumpió.

-¡Eso no importa! Deberías comportarte cómo eres. Eres la Princesa de Prietocci ¿Qué pensarías los nacionales si te vieran actuar así? -gritó su voz cada vez se escuchaba más molesta. Solo suspire.

-Ellos no nos ve.

-Bueno si, no nos ven, pero deberías tener un buen comportamiento. Así no es como te hemos criado Aubrey. Tenemos que tomar medidas muy seria sobre cómo te comportas señorita.

-¿Papá? -pregunte esperando estuviera de mi lado.

-Estoy bien aquí, esta es una charla de chicas.

Tenía la sensación de que mi padre le tenía miedo a mi madre. O tal vez no le tenía miedo, pero él prefería no estar peleando todo el camino con mi madre. Mi madre era una persona muy difícil de llevar, él la amaba con toda su alma y siempre trata de evitar de tener problemas con ella. Y yo no podía estar más de mal humor, estúpidos padres, estúpido Ransom, estúpida CIA. Que le cuesta dejar que yo viva una vida normal. Estaba sorprendida por el hecho que Ransom James, si lo repito Ransom James tuviera que salvar mi vida. Esto sería un sueño para muchas chicas, pasar un poco de tiempo y hacer misiones con Ransom James. Para mi sería un infierno, no quería pasar mucho tiempo con ese patético. Imaginar que después de la universidad también tenía que estar con él e ir a todos lados con él. No tenía idea cómo sobrevivir a esto ¿Podría sobrevivir a esto? No era mejor que los CIA identificara al asesino. Quiero decir es mejor ya que no tenía que aguantar a Ransom y él a mí. Así mi vida iba ser más segura.

No me canso de preguntarme lo mismo ¿Por qué tenía que ser Ransom y no otra persona? ¿Por qué no un superhéroe guapo? Sino un idiota arrogante jugador de futbol. Tenía mi cuerpo en shock de mi rabia, mi cerebro a punto de explotar de puras frustraciones, tenía que encontrar una maldita buena idea para que el patético de Ransom no fuera mi guardaespaldas. Incluso mis padres estaba de acuerdo de que él es buen agente. Nadie en este momento parecía entender, ellos no sabían cómo me siento, nadie entendía el sacrificio que iba hacer para pasar mucho tiempo con James. Mi cerebro salpicaba literalmente cayendo a pedazos.

Un momento, había gente sabía lo que sentía, había gente que también odia a James, no tanto como yo, pero lo odiaba ¿Cómo pude haberlo olvidado? Tenía que hablar con ellos. Damián y Lyndsie.

******

-¡Aquí estas! Te he buscando por todas partes -Corrí hacia Lyndsie -Necesito hablar contigo urgentemente.

-Buenos días, Lyndsie ¿Dormiste bien Lynd? -Exclamó con sarcasmo. La agarre de su brazo seriamente.

-Es algo más importante que eso -susurre en voz baja. Toda la noche me quede despierta preguntándome como le iba a decir.

Tenía miedo que ella me odiara por haberle guardado este secreto durante tanto tiempo, pero se lo tenía que decir. O sino mi cerebro iba explotar, ya alguien de la universidad sabia quien era en realidad Aubrely Cassavacchi. Y ahora mis mejores amigos tenían que saber la verdad. Por suerte no me había cruzado con Ransom, porque si no, estaría más nerviosa de lo que estoy, el probablemente no va querer que yo diga lo que soy ya que es más seguro que nadie sepa, pero Lynd es mi mejor amiga y ella tiene que saber todo.

AUBREYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora