Capitulo 33. Dan y Sonia (1º parte)

210K 9.7K 3.1K
                                    

¡Sonia estaba besando a Will!

 Jose parpadeó un par de veces y se frotó los ojos con fuerza, no, su mente no lo estaba engañando; ciertamente Sonia estaba besando al rubio ligón de Quevedo. Escuchó a Bel mascullar "Oh, dios mío" y vio como Matt se llevaba las manos a la cabeza al igual que Ann, Ren y Damien; allí las únicas que parecían divertidas eran Nora y Dafne.

 "¿¡Qué?! ¿¡Cómo que Sonia y Will se están besando?!"

 El grito de Triz por los altavoces retumbó por todo el instituto e hizo que los dos protagonistas dieran por finalizado el beso.¿Cómo narices se había enterado la peliblanca si ella no estaba allí?

 ―¿¡Qué cojones te crees que estás haciendo?! ¡Apártate de él ahora mismo!―gritó Dan con furia, el chico caminó con decisión hasta dónde estaba Sonia y de un empujón la apartó de Will que miraba la escena con media sonrisa.―¿¡Te volviste loca?! ¡No puedes besarlo, es el enemigo!

―Puedo hacer lo que me dé la gana, tú y yo no somos nada; tú mismo lo dijiste.―recordó Sonia a gritos luego volteó hacia Will y se acercó a él de nuevo.―Así que si quiero besarlo, lo haré.

Sentenció la pelirroja antes de volver a besar al rubio con pasión mientras a Dan se le descomponía la cara observando la escena. Una vez que ambos se separaron, Will pasó el brazo por la cintura de Sonia y miró hacia Dan con soberbia.

 ―Fogosa y salvaje, como era de esperarse de Sonia.―comentó Will pasándose la lengua por el labio, Dan apretó los puños con ira.

Jose lo miró con pena y un poco de admiración, si esa hubiese sido Nora en vez de Sonia él ya hubiese saltado sobre el rubito ligón y lo hubiera ahorcado con sus manos. 

― Bueno, creo que ya te has divertido bastante.―indicó Damien haciendo girar el palo sobre su cabeza y mirando hacia Will, el rubio agitó el pelo haciendo suspirar a varias alumnas de las que estaban en las gradas.―Ahora conquistemos Góngora, ¡preparad las armas! ¡"Oye, oye" este es tu fin!

La primera fila de alumnos se agacharon y sirvieron de base de apoyo a los de las filas de atrás que tenían bazucas caseros, catapultas y tirachinas. Damien levantó el palo y los alumnos cargaron sus armas.

― Pero no puedo atacar el instituto de mi novia.―se quejó Will besando la mano de Sonia, la pelirroja asintió y Damien entrecerró los ojos.

― ¡Will no me toques las narices! ¿Ya olvidaste las pintadas tuyas en la fachada del instituto?―protestó Damien golpeando a Will con el palo en la cabeza mientras Dafne y Ann chocaban las manos y se reían; Will negó con la cabeza y le dio un rápido beso a Sonia en la boca mientras de reojo miraba hacia Dan.

Dan apretó los puños con fuerza antes de hacerle un placaje a Will y tirarlo al suelo sorprendiéndolos a todos. Sin embargo, antes de que los demás actuaran se escuchó un fuerte pitido tan molesto que todos se llevaron las manos a los oídos para bloquearlo. Jose con las orejas tapadas buscó el origen de ese sonido y se encontró en la puerta del instituto a un hombre vestido con uniforme militar con unas cuantas medallas en el pecho. El hombre debía de tener unos cuarenta y algo, llevaba el pelo al estilo militar y tenía una cicatriz adornándole la mejilla izquierda. Una vez que dejó de pitar se dirigió el centro del patio a paso firme.

 ―¡He tenido que salir de una reunión porque a mi hijo le ha dado por ir a conquistar otro instituto! ¡¿Te parece normal saltarte las clases para invadir Góngora?!―exclamó el hombre acercándose a Damien y señalándolo con el dedo; Jose parpadeó con confusión, ¿ese era el padre de Damien? Militar, tenía que ser militar, ¿qué no había otra profesión? Nooo, toda esta gente tenía que tener padres que les permitiesen el acceso a las armas.―¡Al suelo y treinta flexiones!

Tienes que ser tú (TQST Libro #1)© [EN LIBRERIAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora