Asistente (Omegaverse)

Capítulo 1

Harry se arregló el saco mientras miraba la gente que entraba y salía por la puerta de aquel imponente edificio. Se había puesto unos jeans negros con una camisa de un estampado no muy llamativo, y el saco lo había agregado para lucir más formal. Tenía el pelo atado en una coleta alta porque quería estar prolijo.

Gracias a un ex compañero de secundaria de su padre, Ely Gold, había conseguido un trabajo en la alcaldía. Nada demasiado difícil pero le pagarían muy bien y era lo que más necesitaba en esos momentos. Había terminado en una escuela de arte el Profesorado en Artes Plásticas y con unos ahorros que tenía había podido mudarse solo pero tenía que ponerse a trabajar para poder seguir pagando el alquiler.

Así que ahí estaba, afuera de la alcaldía para empezar su primer día laboral. Tomó aire profundamente una vez más para animarse a entrar y caminó hacia la puerta. Cuando la traspasó el ruido se hizo presente: teléfonos sonando con diferentes tonos, el ascensor abriendo o cerrando sus puertas, gente caminando de aquí para allá y un murmullo constante. Miró el papel donde tenía anotada la dirección algo turbado y se dirigió al ascensor tras repasar de nuevo que tenía que ir al tercer piso. Cuando llegó arriba el panorama era bastante parecido e incluso parecía que había más gente hablando. El ascensor daba a un pasillo todo alfombrado y algunos cuadros colgados en las paredes que llamaron su atención así que se quedó contemplando uno.

- Harry Styles, ¿verdad?

La voz que se dirigió hacia él lo sacó de su ensimismamiento y se giró para ver de quién provenía. Se quedó tranquilo cuando comprobó que era un beta. Andaría alrededor de los cincuenta, estaba trajeado y con el pelo tirado hacia atrás con gel. Asintió con la cabeza como respuesta porque todavía se sentía cohibido de haber salido de su zona de confort.

- Eres igual a tu madre. Por eso supe que eras tú – el hombre esbozó una sonrisa que a Harry le pareció falsa, pronto sabría que era la única que poseía el beta – Ely Gold, tu boleto de entrada aquí y de salida si metes la pata.

Harry se alarmó por la sonrisa cínica que mostraba el sujeto. Definitivamente no era la mejor forma de empezar su primer día laboral. El beta le extendió la mano y él la estrechó por unos segundos.

- Bien, dadas las presentaciones... comencemos. Sígueme – le ordenó girando hacia una de las salidas del pasillo.

Sobre el final había un escritorio alto con una beta atendiendo el teléfono, Harry pensó que sería una secretaria. Pero cuando siguieron caminando no tuvo mucho tiempo para pensar porque se dio cuenta de que Ely seguía hablando así que trató de prestarle atención.

- Este será tu lugar de trabajo. Piso tercero, ni el primero ni el segundo ni el resto. No debes ir a otro piso a menos que alguien te lo encargue específicamente – entraron en un salón grande lleno de cubículos donde Harry divisó sólo mujeres pero no pudo ver todo – Este carrito será el que deberás llenar con la correspondencia abajo, Matt se va a encargar de darte todo, es el portero. ¿Ves las puertas que hay allí al fondo? Son tesorería, secretaría, en el medio está el alcalde y el resto son todos concejales. La correspondencia va a especificar dónde tienes que dejarlo. Pero tú debes encargarte de memorizar los números de las puertas, algunos concejales no tienen el nombre inscripto en ellas. Ya sabes, no quieren gastar su dinero o tiempo en eso – Ely hablaba tan rápido mientras caminaba que Harry no lograba entender ni la mitad de lo que decía- ¿Estás anotando? – preguntó frenándose para mirarlo – No... ¡anota cabeza hueca!

Harry se apresuró a sacar un cuaderno y un lápiz de su bolso para anotar lo que el beta decía. Menos mal que había parado de caminar para darle un respiro. Estaban en medio del pasillo que había entre dos filas de cubículos.