La Rosa Negra © #CA2020

Capitulo 24: "¿Una cita?"

Había pasado una semana, una semana en la que pude dormir bien, no hubo rosas, ni visiones, ni muertes, mucho menos esa chica hablando en mi cabeza.
Por una semana fui normal.

Estaba sentada frente a mi computadora, en el aula de Computo. La silla junto a mi estaba vacía.

De pronto sentí ese viento azotar mi cabello, mi piel se erizaba. Mordí mi labio inferior para no sonreír.
Sentí que la silla junto a mi se movía.
- Hola.
- ¿Por qué crees que puedes hablarme? - recordé cuando lo conocí en esta misma clase, y lo odie cuando pronunció esas palabras.
Pero no lo dije seria, una risa escapaba de mis labios.
Levantó una ceja. - Porqué mi voz hace que tengas un orgasmo. - sacó su arrogante sonrisa. Rodeé los ojos e ignoré su comentario.

Regresé mi vista a la computadora.
- ¿Qué hiciste el fin de semana? - sentía sus ojos haciendo agujeros en mi. - ¿Pensaste en mi? - soltó otra risita sexy.

- Ya quisieras.
- Es lo que quiero siempre, tú pensándome desnudo. - lo dijo super alto.
Escuché unas risas detrás de nosotros, me hice pequeña en mi asiento.
- Cállate, y trabaja.
- ¿No harás el trabajo por mi? - hizo su mejor carita de perrito.
- No, tu tienes tus manos, puedes hacerlo. - tomé sus manos, mi respiración paró aún tenía las horribles marcas en sus nudillos.

- ¿Por qué aún no sanas? - me acerqué a él y le susurré.
- No lo sé, he estado muy débil. - se revolvió incomodo en su asiento.

Intentó sacar sus manos de entre las mías, pero quería sanarlo, creo que puedo hacerlo.
Las tomé con fuerza, y sentía como se ponían calientes.

- No lo hagas. - su expresión era triste.
- Quiero quitarte el dolor.
- Es que no duele. - me mostró una sonrisa un poco triste.

Estaba sentada terminando mi trabajo en la computadora... Habían pasado días sin que ella apareciera.

*¿Él está ahí? *

Como siempre llevo involuntariamente mis manos a mi cabeza. Kyle me tomó de los hombros.
- Mi cabeza. - le susurré.

Sentía la mirada de todos en el aula, escuchaba la voz lejana de la Profesora Merry. - Dios mio, ¿que le pasa a esa niña?

Cada mínimo sonido me volvía mas loca, un lápiz cayendo, los pasos de Merry, los susurros de los alumnos.

*Él... lo sé... yo... ¡por favor!*

Nunca le entiendo, quiero saber ya, quien es, que quiere.

Dime ¿qué quieres?

*Sácame... aquí.*

- Tiene un fuerte dolor de cabeza. - le voz de Kyle era neutra, sentía que su mirada, no se había apartado de mi, ni un segundo.

El fuerte sonido del corazón de Kyle retumbaba en mis oídos.
Sólo grité.
Todos a mi alrededor taparon sus oídos ante el fuerte sonido de mi grito agudo.

Mi corazón iba a mil por hora. Los gemelos Haynes y Shira se pusieron de pie sin siquiera inmutarse.

Le susurraron algo en el oído a Shira y luego ella salió rápido por la puerta.
La voz de nuevo solo se fue y pude respirar..

Me estoy volviendo loca.

* * * * * * *

Caroline. CAROLINE. ¡CAROLINE!
¿Quién demonios es Caroline?

Han pasado dos días en el que ese nombre no sale de mi cabeza.
Tengo las mismas visiones, la niña y el chico al que nunca le puedo ver el rostro.

Es desesperante maldita sea.

Estaba sentada en la cafetería, con Sophie y Sam, que les importa un pepino que estén en publico.