Asistente (Omegaverse)

Capítulo 4

Louis se encontraba en el sillón de su despacho sentado como todas las mañanas. Acababa de tener una charla con el alcalde que había llegado temprano al edificio y se había retirado porque tenía una reunión en otro lado. Apoyó los codos en su escritorio y se rascó las sienes abatido. Llevaba un tiempo en que no estaban funcionando las cosas con George Payne. Por más que siempre se trataran bien cuando se encontraban y fingían que llegaban a un acuerdo ambos sabían que sus políticas estaban tomando caminos distintos.

El último tema que habían discutido era sobre el secretario de seguridad. Louis creía que debían echarlo lo más pronto posible porque estaba no sólo permitiendo sino fomentando el crecimiento de ciertas mafias dentro de la ciudad. Pero Payne no parecía preocupado por eso. Aunque aparentaba estar alarmado por lo que Louis le reclamaba en realidad quería mantener al secretario de seguridad porque congeniaba con sus ordenanzas. Era un caso típico de "Si no puedes con ellos úneteles".

Louis estaba intranquilo con esa situación porque no podía ir en contra del alcalde si quería escalar en la política pero tampoco quería empezar ese proceso yendo en contra de sus ideales. Se encontraba en un gran aprieto. Al principio creyó que era capaz de convencer a Payne pero cada vez se daba cuenta cuán corrupto era el que había sido su modelo a seguir. Se dijo que a él no le sucedería eso: a más poder más se tuerce tu moral para poder agrandarlo.

El problema más inmediato era que quizás los encontronazos con el alcalde le coartarían sus decisiones como secretario. No quería perder la autoridad que había conseguido luego de un año de mucho trabajo. De hecho, no podía permitírselo si quería llegar a ser gobernador algún día. Esa era su primer meta, y luego quizás la presidencia de la Nación. Apuntaba alto pero también había conseguido el puesto de secretario muy rápido por su eficacia.

Louis tenía como lema algo que le había dicho su padre antes de morir: "si puedes controlar alfas puedes controlarlo todo". Le había costado entenderlo porque sólo tenía catorce años cuando a su padre lo azotó el cáncer de pulmón. Su padre le había dicho que tener poder sobre omegas o betas era fácil pero sobre los alfas muy pocos lo poseían. A lo que Louis contestó que no podría porque era más pequeño que otros alfas y no le iban a hacer caso. Pero su padre le dijo que el control estaba en la mente y no en el cuerpo. "Tienes que mantenerse sereno siempre, reprimir tus instintos salvajes para que ellos crean que eres superior. No deben ver tu debilidad, deben creer que nada puede desmoronarte. Los omegas son una debilidad. No debes dejar que te vean con uno. Lo usas para complacerte en tu celo y nada más, no dejes que ninguno te controle. Cuando yo me vaya vas a tener que hacerte cargo de tu madre y tus hermanas. Prométeme que me harás caso y las cuidarás", le había explicado cuando Louis lo había ido a visitar solo al hospital.

Louis se lo prometió y trabajó duramente para reprimir sus instintos de alfa. Practicó durante toda su adolescencia y decidió ponerse una meta alta porque su padre le había dicho que podría lograr cualquier cosa. Resolvió rápidamente que quería ser presidente algún día así que estudió Leyes cuando terminó la escuela. Militó en el partido demócrata de Chicago fervientemente desde antes de graduarse y cuando lo hizo trabajó unos años en un bufete de abogados muy respetado. Después fue concejal y finalmente, un año atrás, encabezó la lista ganadora de las elecciones con Payne al frente teniendo tan sólo veinticinco años.

George lo conocía desde que había empezado a militar en el partido y siempre le decía que era el hijo que siempre soñó. Y aunque Louis había adorado a su padre admitía que la ambición del alcalde hacía que lo admirase. Este tenía varias empresas en la ciudad donde habría querido dejar a Liam a cargo cuando asumió como alcalde pero como era un completo inútil había tenido que confiárselas a otros empresarios. Desde que eso sucedió la relación entre padre e hijo se volvió peor. A Louis en el fondo le daba pena el joven porque sabía que sólo quería la atención de su padre pero intentaba no meterse en los temas personales del alcalde.