LOU | Larry Stylinson

Capítulo 11

"Tu Lou vendrá".

Qué chistoso era su padre. Ojalá fuera así... bueno, sería lindo llamarlo "Mi Lou", ¿cierto? Además se sentía tan nervioso por este día. ¿Quién hubiese pensado que ese día iba a ver a Louis?

Eran las 20:45 PM y su mamá estaba preparando los platos sobre la mesa mientras colocaba los cubiertos y su papá estaba oliendo la comida.

—Puedo oler que le falta una pizca de sal.

Harry rió por lo bajo.

—Des. No puedes oler la sal. Deja de decir esas cosas —dice Anne.

—Qué amargada mujer. Respira hondo.

Cuando Harry terminó de colocar los cubiertos sobre la mesa, se acercó a donde se encontraba su papá y éste último le dio de probar un poco de la comida que su mamá estaba haciendo.

Y era verdad.

Le faltaba sal, así que tocó el hombro de su mamá y ella lo miró. Le señaló la comida.

—¿Qué? ¿En verdad le falta sal?

Harry asintió con un mohín.

Des comenzó a reírse fuertemente.

—¡Te lo dije! ¡Te lo dije! 

—¡Ugh! Échale sal tú, Des.

Su papá rió por lo bajo y le echó una pizca de sal.

El timbre sonó de repente haciendo que Harry corriera hasta su habitación. Debía mirarse al espejo antes de que Louis lo viera. Definitivamente.

Se colocó frente al espejo y se arregló el cabello como pudo. Debía de estar bien.

—Buenas noches. Sí... he traído esto —escuchó decir a Louis—. Gracias señor Styles. ¿Y Harry?

El rizado abrió sus ojos más grande de lo normal.

—Está en su habitación mirándose en el espejo —respondió Des.

Se supone que su papá no debía decirle eso. ¡Por Dios! Era muy obvio. Rodó los ojos y respiró hondo para bajar.

Estaba tan nervioso que podría subir de nuevo. Cada vez que volvía a ver a Louis, se ponía más nervioso que antes. ¿Era normal? Porque sabía que no lo era. Algo estaba pasando en él.

Se sentía tan emocionado y nervioso a la vez.

Cuando bajó las escaleras pudo ver a un Louis con un camisa celeste y jeans negros. Y su cabello estaba hacia arriba. Y el rizado literalmente volvió hacia a su habitación porque por un momento se sintió tan... feo.

—Louis, ¿puedes ir a buscar a Harry? Es un poco tímido, a veces —dice Des.

—De acuerdo. Permiso —dice el ojiazul.

Harry estaba sentado en su cama y estaba jugando con sus manos muy nerviosamente. Escuchó como Louis subía por las escaleras. Maldijo mentalmente por ser tan jodidamente tonto y escapar fácilmente.

—¿Harry? ¿Estás bien?

—Lou —le sonrió tímidamente el rizado.

—Llegó Lou —bromeó el castaño—. ¿Estás bien, Harry?

Él rizado sonrió mirando sus zapatos y asintió.

—Lo siento por no llamarte estos días, en realidad... —dice Louis sentándose a un lado de él—. La verdad es que a veces siento que te molesto. ¿Sa-sabes? o algo así. No lo sé —rió algo nervioso mirando las manos de el rizado.