Capítulo 9

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21:04 pm. Harry se miró en el espejo de su habitación una vez más. Se había puesto una camisa blanca con un estampado de pequeños lunares debajo de un traje negro muy sencillo. No le gustaba cómo le quedaban esos pantalones porque eran demasiado holgados así que nunca los usaba pero creyó que la ocasión lo ameritaba. Tiró hacia atrás su cabello, que había dejado suelto, antes de ir hacia el baño porque si se seguía mirando iba a terminar poniéndose unos jeans.

Sacó de su botiquín su perfume de Chanel y se echó una buena cantidad en el cuello. No lo había usado para ir a la oficina desde que Louis le había dicho que olía mejor sin él. Lo había hecho inconscientemente y al final se había sentido más cómodo sin colonia. Pero ahora que iba a estar en presencia de un alfa desconocido creyó que era mejor tapar su olor a omega.

El ruido del timbre retumbó en todo el apartamento haciendo que Harry se sobresaltara. Volvió a acomodarse el pelo frente al espejo del baño y salió a toda prisa hacia la sala de estar. Guardó su móvil y cartera en los bolsillos de su saco antes de salir del departamento.

Los nervios lo atacaron mientras bajaba por el ascensor. No sabía cómo debía actuar un asistente en una cena de políticos, y mucho menos cómo iba a comportarse con Tomlinson alrededor. Vale, no es una cita, no hay de qué preocuparse se dijo en un intento por calmarse.

Creyó que el alfa estaría esperándolo en su coche pero cuando abrió la puerta del edificio se lo encontró fumando allí afuera. Llevaba el traje que él había enviado a la tintorería con una camisa negra y no estaba usando corbata. Aun así lucía más formal que cuando estaba en la alcaldía. Tenía el pelo ligeramente tirado hacia atrás con gel lo cual hacía que sus ojos celestes resaltaran. Se veía bien. Bueno, más que bien.

Cuando salió afuera frunció la nariz porque le molestaba el olor a cigarrillo y el alfa lo imitó, probablemente porque le disgustaba su perfume. Bajó la mirada hacia el piso cuando Louis empezó a observarlo con detenimiento.

- Estacioné a la vuelta – anunció el alfa al tiempo que tiraba el cigarrillo al suelo y Harry alzó la vista hacia la calle. No había ningún lugar libre pero él creyó que esperaría en doble fila – Si me dijeses el número de tu garaje sería más sencillo.

- No pago una plaza en el estacionamiento – respondió el omega mientras empezaba a caminar junto a Louis que ya se había puesto en marcha. No manejaba así que no necesitaba tener dónde guardar un auto.

- Quizás deberías empezar a pagar una – dijo el alfa mirando hacia al frente mientras caminaba a la par de él. Harry agradeció que ese día no estuviese apurado porque podía seguirle el paso.

Miró al alfa intentando descifrar su gesto pero le era imposible leer algo en él. Suponía que lo había dicho porque pasaría a buscarlo seguido. Y aunque eso era cómodo para él no le agradaba tanto la idea de pasar tiempo encerrado en un lugar reducido con el alfa.

- ¿Vives solo? – la voz del secretario lo sacó de sus pensamientos y asintió volviendo a mirar el camino para no caerse – Pero eres omega.

Harry miró al alfa y tuvo que tomar una gran bocanada de aire para no hacer un escándalo. Nada odiaba más del alfa que cuando lo menospreciaba por su raza. No era normal que los omegas vivieran solos porque tenían que estar protegidos por alguien, pero él se consideraba más fuerte que otros y definitivamente no necesitaba a nadie que velara por él.

- Sí. Soy omega y vivo solo – respondió con rabia, esquivando la mirada del secretario - Y soy hombre y alto y no tengo alfa. ¿Algún prejuicio más señor Tomlinson?

Asistente (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora