Capítulo 12

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Harry estaba tomando un té cerca de la mesa de la comida en el tercer piso junto a Cara. Eran poco más de las nueve de la mañana. Hacía unos minutos había ido a llevarle su café al secretario general quien había llegado más tarde de lo que acostumbraba. Aunque se sorprendió no hizo ningún comentario al respecto porque sería desubicado. El alfa estaba bastante desaliñado cuando entró en el edificio, tenía el pelo revuelto y una barba incipiente que dejaba ver que no se había afeitado en el fin de semana. Harry supuso que se había quedado dormido y se alegró de que el señor perfecto también cometiera una falta.

Louis no comentó nada sobre lo que había sucedido el viernes en la noche. De hecho, no le dirigió la palabra en cuanto puso un pie en su oficina. No es que hubiese esperado que de repente el alfa fuese amable con él como la otra noche... Pero si, ¿a quién engañaba? Se había ilusionado con ello. Entonces le había dolido que su jefe volviese a ignorarlo. Después creyó que el secretario tenía que ser bipolar por cómo cambiaba de un día para el otro. Y finalmente resolvió que era mejor que no lo tratase bien porque se había sentido muy incómodo cuando lo había hecho el viernes.

- Ahí está – comentó Cara y el omega giró su rostro en la dirección en que ella miraba – Mírala, no lo puede evitar. Tiene que tirarse al primero que pasa.

Harry visualizó a Phoebe enseguida, no era la primera vez que la beta le prestaba atención a la omega. Estaba como a veinte metros de ellos, coqueteando con un alfa que no reconoció así que pensó que debía venir de otro piso. Literalmente estaba pegada al alfa que la tenía agarrada por la cintura mientras ella reía estrepitosamente, frotando su cuerpo contra el de él. Era cosa de todos los días, a nadie le sorprendía si se encontraban a una omega a los besos en medio del pasillo con algún concejal o pasante alfa. Porque estos no pueden controlar sus instintos si los atrae el olor de alguna omega. Así que no entendía por qué Cara le daba tanta importancia a las conquistas de Phoebe.

- ¿Tanto la odias? – preguntó interesado fijando la vista en su amiga. Esta sacudió la cabeza pero la vio bastante tensionada aún.

- Solíamos ser amigas pero nos distanciamos a fin de año – contestó la beta sin poder dejar de mirar a la omega.

Harry se sorprendió de que fuesen amigas. Cara no tenía amigas omegas porque le parecían todas unas zorras y odiaba lo histéricas que eran. Se lo había dicho en varias oportunidades, remarcando que estaba agradecida porque él no fuese así. Phoebe era una omega modelo y Cara no paraba de insultarla así que no entendía cómo es que podía haberse llevado bien con ella.

- ¿Se pelearon por algo en especial? – preguntó con curiosidad antes de beber un trago de té y empezando a caminar hacia su cubículo porque la beta ya había terminado su medialuna.

- Si. Bah, no. Sólo me di cuenta de la basura que es y dejamos de hablar – contestó Cara siguiéndolo hacia su escritorio. Harry esbozó una mueca sin querer indagar más porque ya notaba que la beta estaba dolida.

- Si te hizo algo que te hirió creo que deberías decírselo – la aconsejó esbozando una sonrisa tristona.

- Es más complicado que eso – dijo ella cuando se detuvieron frente a sus escritorios – Pero no quiero hablar de ello.

Harry asintió con la cabeza, no había que ser muy inteligente para verlo. Le dijo que si algún día necesitaba a alguien que la escuchara podía contar con él. Siempre había sido buen oyente para sus amigos y Cara había pasado a estar en esa lista hacía tiempo. Ella le agradeció con una cálida sonrisa y antes de que pudiera decir algo más su teléfono sonó. Harry se sentó en su silla giratoria mientras la beta contestaba.

Asistente (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora