Asistente (Omegaverse)

Capítulo 15 (Parte 1)

La habitación del hotel era más grande que la del departamento de Harry. Tenía dos camas de una plaza y media, separadas por una gran mesa de luz. Frente a estas había un modular con un plasma encima y algunos adornos. Al lado de donde se encontraba la ventana había un sillón doble y un escritorio donde Louis dejó su maletín. El baño, que estaba a unos metros de la cama que eligió su jefe, era bastante grande y tenía una bañadera con hidromasaje. Harry tomó su bolso, que Louis había puesto en el piso, y lo dejó sobre la cama que estaba cerca de la ventana. Le agradó que el alfa hubiese escogido la otra porque se sentía más seguro lejos de la puerta de entrada. ¿Y quién me protege de él? Se burló de sí mismo, si no le había hecho daño estando en celo no lo haría nunca. Bueno, daño físico porque emocional le provocaba todos los días.

- Voy a cambiarme y me voy. Tú... no sé, haz lo que quieras – dijo el alfa mientras sacaba uno de sus trajes de su maleta, que había doblado perfectamente Dora de seguro.

Harry miró alrededor mientras pensaba en qué podía hacer mientras el alfa estuviera ausente. Todavía tenía que memorizar las fotografías de los políticos que le había dado así que tendría trabajo que hacer.

- Volveré a eso de las cuatro. Estate listo porque te pasaré a buscar para ir a la reunión.

- Y, el almuerzo...

- Pide que lo anoten a la habitación, mañana pagaré todo junto – se adelantó a responder el secretario así que Harry asintió con la cabeza.

Luego el alfa se metió en el baño y cerró la puerta detrás de él. Harry se dejó caer en la cama cansado por el viaje. Rápidamente pasó por su mente la imagen de Louis quitándose la ropa a escasos metros de él. Se mordió el labio con nerviosismo. Esto no puede ser más raro, pensó después y buscó su móvil para distraerse. Su madre le había enviado varios mensajes para saber cómo había viajado, nunca la había adorado más por preocuparse por él.

"Bien ma. Si, Ely vino con nosotros pero se va esta tarde. Qué tal ustedes?" terminó de teclear en su móvil y se percató de que no era tan buena idea haberle dicho que el beta no pasaría la noche allí. Anne, su madre, seguía siendo algo sobreprotectora y se había quedado tranquila porque viajaría con el amigo de su padre. Enseguida empezó a atosigarlo con mensajes de texto haciendo preguntas. Y eso que le he dicho que Louis es un beta. Já. Si supiese que era un alfa probablemente le daría un ataque así que le había ahorrado las molestias.

El ruido de la puerta abriéndose hizo que levantara la vista del móvil. Louis se veía como todos los días ahora que se había cambiado los vaqueros y un suéter informal por un traje negro. Se paró en frente de un alto espejo que había en la pared mientras se empezaba a poner la corbata.

- Diablos – maldijo entre dientes luchando para hacer el nudo en la tela. Harry no pudo evitar sonreír levemente, no se creía que no supiera ponerse una corbata.

- ¿Le ayudo? – preguntó el omega luego de dudar unos segundos, no quería que pensase que se burlaba de él. Aunque sí le causaba gracia, claro.

Louis asintió tragándose el orgullo aparentemente así que Harry se levantó de la cama y se acercó a él. Contuvo la respiración cuando se paró frente al alfa porque el olor lo hizo desestabilizarse por unos segundos. Mala idea, mala idea. Louis se lo quedó mirando incrédulo mientras dejaba caer sus brazos a los costados de su cuerpo. Vale, estoy quedando como un idiota pensó el omega bajando la mirada hacia la corbata para no enfrentarse a la del alfa. Deshizo el nudo mal armado que había hecho su jefe para atarla bien.

- ¿Quién se encarga de hacerlo todos los días? – preguntó con curiosidad mientras comenzaba a hacer el nudo en el aire para no tocar el pecho de Louis. Este suspiró tirando aire sobre el rostro del omega. Harry tragó saliva mientras sintió cómo se le aceleraba el pulso. No. ¿No entiendes que tu olor me vuelve loco? Maldito alfa.