XXXIV

1.9K 127 2
                                    

Como una puñalada a mi orgullo, el había dejado de reír para mirarme. El estaba malditamente mirándome y yo simplemente esquivé mi mirada negando con mi cabeza a si quiera tener alguna reacción ante su presencia.

  — Vaya parece que por él si puedes quedarte —No sé en que momento estábamos a una distancia que pudiera escuchar sus palabras sin ser gritadas 

Pasé de mirar mis zapatos a mirar a Mel, que estaba aterrada mirándome con su ojos totalmente abiertos. Miré hacia la salida y luego, al ascensor donde se bajaba Carol.

Esquivé la presencia de los chicos de seguridad, pasé por su lado y caminé por el lado de Mel sin detenerme, alcanzándole a susurrar: "Está bien, no te preocupes"

Corrí por las escaleras subiéndolas de dos en dos.

Llegué a la sweet de los Ferrant y toqué como si mi vida dependiera de ello, sentía una carrera contra reloj, hacia mis sentimientos. Mi corazon cada vez se hacia mas polvo, mis sentimientos agujeraban cada órgano o eso sentía yo.

  —¿Qué sucede está todo bien? —Margot estaba totalmente asustada, pero a ella definitivamente no iba  a responderle

— Necesito irme ahora mismo de este hotel  

Dan se sorprendió al verme allí, luego de un silencio pareció tomar en cuenta mi petición

  — No... no podemos movernos del hotel al menos hasta resolver la situación con Ethan

  — ¡Entonces agilicen eso! ¿No le importa el trabajo? Que se yo, solo necesito irme de este hotel ahora mismo

  — Estoy trabajando desde aquí America, no podemos abandonar el hotel

Maldición

Pase ambas manos por mi rostro desesperada, llegaron a mi cabello y me deje caer sobre la cama escondiendo el rostro entre la palma de mis manos.

Esto si que no lo soportaría, no podría

  — Debe poderse hacer algo

— ¿Por que tanta urgencia?

— ¿Eso importa? — Mi voz salio distorsionada, ya que tenía el rostro escondido entre mis manos

— Puedes decirnos

— Simplemente hagan lo que pueda para solucionar eso lo antes posible, es lo único que les pido por ahora. Por favor, algo que nos permita irnos de aquí

 Salí de esa habitación y regresé a la mía, en le pasillo estaba Mel apoyada en la pared

  — America

— No te preocupes Mel

— Yo te juro, yo lo sabía... Pero no creí que

— No importa, solo evitaré verle... COmo si no le hubiera visto

— Pero que sentiste al verlo, dime, dime, dime —Causaba gracia su emoción

— Como la mierda, recuerdos,  dudas, muchas dudas, celos, impotencia, humillación, desespero por abrazarlo... Tantas cosas, que no creo poder soportar estar en el mismo lugar

  —Wow, eso fue intenso. Cuando el et miró, parecía aterrado de verte

— Gracias — Reí por su comentario—  Supongo

— No puedo esperar cuando se de cuenta que la ha cagado

— Mel

— Yo no le diré nada, pero vamos... Ayyy me muero, creí que realmente no se encontrarían, pero ayyy — Hablaba tan rápido que no podía prestarle atención a todo— Porque el se dará cuenta y no puedo me da

Entramos a mi cuarto y hablamos toda la tarde ni de ir a almorzar nos acordamos. Mel hacía planes de lo que posiblemente haría Shawn,pero entre is planes ya no estaba hablar con él.

No podía negar lo que sentía por él, pero no había algo para continuar con una relación, mi idea neta era su enamoramiento por Savannah

Ya estaba anocheciendo y me gustaba ver algo de las estrellas, en Miami se podían ver bien, al menos desde este punto: sí

Abrí la puerta y me quede allí un buen rato, esperando a que la noche cubriera por completo, mientras escuchaba a Mel hablar porque si y porque no 

  — Oh mierda 

— ¿que hiciste?

Cuando fui a acudir para ayudarla, me di cuenta que estaba en el balcon junto a mi

— Mira — Señaló el balcon que estaba frente a nosotros y claramente se veía a Shawn y su madre hablar dentro de la habitación, tenían la puerat del balcon abierta y las persianas de la ventana estaban recogidas

— Maldición — Sin dudarlo agaché mi cuerpo para tomar mi móvil

Sin mirar de nuevo a ese balcon me acomodé para entrar a la habitación y cerrar esa puerta.

Necesitaba insistir, necesitaba irme de aquí. Ahora mismo.

  — Tyler me está llamando, te veo luego — Asentí recogiendo mi cama y acomodando la pijama que usaría—  Te veo mañana 

— Gracias por todo Mel

— Nehh, no te preocupes

Tenía hambre, ya era tarde, quería un café o algo. Bueno no tarde, pero estaba oscuro. Dejé la cama destendida, lista para cuando llegara fundirme en un sueño profundo. Tomé un poco d edinero y bajé de nuevo al restaurante.

Pedí un café y algo ligero de comer, me senté sola en una mesa del restaurante, totalmente en concentrada en tomar mi comida.

Ya estaba a punto de terminarla cuando el mesero se acerca a preguntarme si deseo algo más, opto por un postre y algún jugo para hacer contraste al café. Regresaba a mi comida, pero algo llamó mi atención a un par de mesas estaban dos tías de Shawn junto a su madre y tras ellas estaba Savnnah, mis facciones se tensaron con su presencia, la incomodida se hizo presente y desee no haber pedido postre.

Me negué a prestarles atención así que continué comiendo, sentí la mirada de la mamá de Shawn sobre mi, le regresé una mirada severa y llena de dignidad lo que la parecer la incomodo, porque de inmediato la quito.

Continué comiendo, pero los susurros se alzaron, mire nuevamente hacia aquella mesa para encontrar  a Shawn echando un vistazo hacia mi lugar, respiré profundo con el tenedor golpee el plato suavemente contando hasta diez y ahciendo inhalar y exhalar.

ESTABA ELLA, CON ÉL... ESTABAN ALLÍ

La curiosidad me ganó miré nuevamente y él la había tomado del rostro plantandole un beso, uno demasiado largo para ser un error, para estar enojado, para cualquier estúpida excusa.

No sé si esto era el café o el beso de ellos, pero algo me había provocado agrieras, un pequeño bulto jugueton en mi garganta y una presión en mi estomago me hacían querer vomitar.

Un mareo invadió mi cuerpo, un frío y si esto era el corazón destrozado entonces que había sido lo de antes, necesitaba contar hasta veinte, pero lejos de aquí. Sin esperar postre lo que debí hacer desde antes, tomé mi móvil y pasando por su lado, pero sin mirarles, salí del restaurante como alma que lleva el diablo.

Esto solo indicaba: El verano había terminado







 



S.M |TERMINADA|Where stories live. Discover now