Lectores:
Siempre he encontrado en ustedes un apoyo silencioso e incondicional. No me conocen personalmente ni yo a ustedes, pero eso no quita que admire y aprecie a cada uno de ustedes. Distintos países, distintas formas de ver las cosas; distintas formas en las que fuimos criados. Somos tan iguales en muchas formas... somos tan iguales. Hemos pasado por muchas cosas similares: hemos sido rechazados, humillados... aplastados por nuestro alrededor, por la sociedad. Y aún así somos fuertes. Tenemos que seguir fuertes.
Llegan momentos en los que te sientes más solo que nunca. Yo estoy ahí. Donde nadie puede ayudarte, donde nadie puede sacarte de esa prisión. Me siento tan perdida. Hay demasiadas sensaciones abrumadoras... tantas. Quiero sacar todo de mi cabeza. Se los juro que no puedo seguir. Tener que poner una sonrisa a pesar de que no puedas con el peso sobre ti. Me pasa. Es mil veces más fácil decir "estoy bien" que comenzar a dar explicaciones de tu verdadero sentir.
¿Es contradictorio? ¿querer estar sola, consumirte, pero al mismo tiempo querer a alguien con quien puedas llorar tranquilamente? ¿Lo es? Quiero poder regresar a cuando mi única preocupación era levantarme por las mañanas, estudiar un poco y hacer mis deberes; a cuando no entendía tanto del mundo, de la vida. Mi consejero -por no llamarlo psicólogo- siempre me externa la admiración que me tiene. No se explica cómo es que sigo dentro de lo cuerdo después de estar tan expuesta a tanta violencia, a tanta tristeza. No tengo idea, amigos (los puedo llamar amigos, ¿cierto?). Escribir me ayuda. Es terapéutico. Todo lo que escribo va con mis estados de ánimo.
No me siento una buena persona, no sé, hay muchísimas cosas que me gustaría corregir de mí. Mi hermano siempre me dice que salí defectuosa por la cantidad de cosas malas que me pasan. Quizá tenga razón. "Todo te pasa a ti" es la frase que escucho día tras días de su parte. Y sí: todo me pasa a mí. Bueno o malo, pero todo a mí. Amigos: estuve a punto de morir. Dos veces. Jamás olvidaré esos días que por poco marcaron el fin de mi vida. Aprendes a valorar muchas cosas. No: no fue por gusto que iba irme de éste mundo: fueron cosas ajenas a mí. Confieso que muchas veces cuando comencé a pensar por mí misma, quería terminarlo todo, ¿qué diferencia haría? Quizá llorarían por un rato y después lo superarían (o aprenderían a sobrellevarlo).
Fue por mí. Yo quise seguir adelante. La vida no andará por ahí dándote regalos. Algunos sí llegan a ti... otros tienes que buscarlos. "¿Por qué salir adelante?"... mejor pregúntate "¿y por qué no salir adelante?"; fuera de demostrarle al resto que a pesar de todo lo malo puedes seguir mirando al frente: demuéstrate a ti mismo que eres putamente capaz de seguir, que eres capaz de ir contra todo y todos.
Y como tú, como yo, como ustedes; como nosotros, hay muchísima gente que está sola, que se siente sola. Los invito a ser diferentes. Hay un chico en mi universidad del que todos se burlan por ser distraído... lo que no sabe el resto es que es bipolar y está luchando con sus propios demonios. Me acerqué a él y créanme que gané un amigo para toda la vida. Fue tan hermoso que me dijera "Nadie me ha ayudado como tú, eres mi ángel de la guarda." créanme que es una satisfacción tan grande poder ayudar a alguien con sus problemas. Siempre es más fácil ayudar al resto que a ti mismo, pero... ¿y si comienzas a ayudarte? Déjate ayudar y te prometo que cuando menos te des cuenta, serás tan fuerte como una roca.
¿Seguir o no seguir? ¿Llorar o reír? Hazlo todo. Siente todo. Vive todo. Llora, ríe, enójate en todo tu esplendor, pero después regresa a ser neutral y tranquilo.
Necesitaba externar esto, es más fácil cuando puedes transmitir un poco de tus experiencias a personas que pueden sentirse igual que tú. Y, amigo lector: si tú estás pasando por algo así de sentirte solo e incapaz: piensa que aquí y alrededor del mundo hay muchos que estamos igual y aún así buscamos la manera. Busca una forma y si no la hay: haz tu propio sendero para salir.
A mis amigos: gracias por ayudarme siempre. Gracias por aguantar la asquerosa persona que fui en mi juventud. Hoy puedo decirles que he cambiado bastante, pero aún faltan cosas por mejorar.
A mi familia: gracias por todo lo que me hicieron pasar: me hicieron más fuerte... me hicieron invencible.
A mi novia: te amo.
A mis lectores: sean invencibles... sean diferentes... sean ustedes mismos.
Con amor,
—H.
