Doce;

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 Ojeras por suelo otra vez, aunque esta vez no es la única. Stiles Stilinski se está durmiendo a su lado mientras intentan hacer el trabajo de Química, y Lídia ni siquiera se ha presentado hoy. Lo único bueno, quizá, es que no ha escuchado voces en toda la noche:

- Stiles.. - susurra - ¡Stiles!

- Eh.. ¿Qué?

Se levanta de golpe y la mira, tiene un poco de saliva en los labios y una cara de no haber pegado ojo en toda la noche. No puede evitar sonreír, con la impresión de estar mirando uno de los rostros más bonitos que ha visto en sus dieciséis años de vida.

- ¿Qué?

- Que la próxima vez te coges esa almohada.

Stiles se ríe.

- ¿Próxima vez?

- No pensarás dejarme sola ahora que estoy pasándolo tan mal, ¿verdad?

Enarca una ceja y se acerca un poco más a ella. No le da tiempo a hablar, por que el profesor de Química ya les está echando la bronca por no empezar con el trabajo. Tienen tres meses para hacerlo pero es largo, así que deberían empezar a intentarlo.

- Quiero veros empezar ya u os separaré, ¿entendido?

Ambos chicos asienten.

La clase termina y comienza otra, una hora y media de francés, en la que Scott se sienta con Izhaac al fondo de la sala pero Stiles no mueve ni un músculo. Kathe le mira confusa, pero luego siente que algo en ella quiere que se quede y decide no preguntar. A lo mejor solo lo hace para que no se entere de lo que sus amigos tienen que hablar, siendo ambos lobos no le es tan sencillo escuchar lo que dicen.

La profesora no es alguien demasiado entregada a su trabajo y se pasa las horas buscando cosas en el ordenador y mandando un par o tres de ejercicios largos para que los alumnos hagan algo en sus clases. Seguramente para que el departamento de educación no se le eche encima.

- Chicos, no hagáis tanto ruido.

El grupito de chicas pijas del fondo – Patrícia y las frikiflowers – se pintan las uñas y ríen histéricas mientras cuentan algo que les parece muy divertido. Los demás también hacen ruido, pero no tanto, solo unas cuantas carcajadas y comentarios un poco más fuertes de lo normal.

- Oye, Stiles.. ¿Has oído eso?

Stiles se levanta de pronto.

- ¿El qué? ¿Que es lo que oyes?

- No lo sé.. Es algo así como.. - el chico la mira directamente a los ojos, confuso y desesperado por saber lo que tiene que decirle – Tus ronquidos.

- ¡Idiota!

Se echa a reír, empujándola un poco para que tenga que levantarse del taburete. Ella lo empuja también a él y ambos se echan a reír, haciéndose bromas el uno con el otro, como si se conocieran des de hace mucho más que una semana. Justo una semana, por que vuelve a ser miércoles. Solo una semana allí, siete días únicamente, y ya le han pasado miles de cosas inentendibles a las que no cree poder acostumbrarse ni en séis años.

- ¿En que piensas? - dice de pronto.

- En que todo esto es tan raro que no creo que pueda acostumbrarme.

- Lo harás.. Y vamos a ayudarte con todo lo que necesites, ¿vale? - Kathe asiente – Cualquier cosa.

- Pero.. Si soy algo especial, ¿por que no se me han curado las heridas? ¿Tus amigos cuanto tardan en curarse?

¿Tu también lo ves? I Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora