LOU | Larry Stylinson

Capítulo 21

Su padre le contó todo.

Le contó lo que había hablado con el castaño ese mismo día. Y le consiguió un trabajo; tal vez no uno en especifico pero le indicó cosas que podía hacer, y que Des le pagaría. Y también le comentó a Harry algo que era secreto de ellos tres:

Des lo ayudaría en todo.

Y que, poco a poco Louis podría pagar su deuda y todo estaría bien. O eso esperan todos.

Harry por fin se encontraba tranquilo después de varios días. Sentía que realmente podía respirar en paz. Por lo menos su papá se encargaría un poco de las cosas. Eso era un completo alivio para su alma, o algo así.

Aunque... Anne seguía sin estar de acuerdo. Tal vez eso le dolía un poquitín.

Había escuchado a sus padres discutir un poco, y Des le habló al rizado diciéndole que no se preocupe. Que el siempre fue así de solidario con todo el mundo, y por eso su mamá se enamoró de él. Eso dejó tranquilo a Harry.

—¿Me oíste, Harry? —preguntó su mamá buscando la mirada de su hijo que estaba perdida en cualquier lugar del suelo. Éste se encontraba recostado en el sofá mirando la televisión, y no había otra cosa qué hacer y la verdad era que, lo único que hizo fue pensar en Louis.—. Estás bastante perdido, ¿no?

El rizado se enderezó, y asintió con una sonrisa soñolienta.

—Como te decía, cariño. ¿Quisieras cenar ésta noche con los Kidman?

Kidman... Kidman... Peggy... Peggy Kidman. No. Definitivamente.

Harry la miró con el ceño fruncido, y con expresión algo confundida.

—Lou...

—No. Lou no puede venir, cariño —dijo Anne suspirando pesadamente—. Tal vez tu papá también quiera, ¿cierto? Hace muchos años que no cenamos con ellos.

El rizado negó con la cabeza. No quería. ¿Por qué debía ir si no quería? La mirada incomoda de Pegy asustaba a veces. No era mala chica, obviamente pero... no. Solamente no quería.

—¿Por qué?

—Quizá porque no le agrada Peggy —carcajeó Des bajando de las escaleras—. Hola, cariño —besó a Anne.

—¿No te agrada? —preguntó a Harry, y éste último alzó sus hombros.

—Creo que Peggy está obsesionado con él, y lo siento pero Harry tiene sus propias obsesiones.

—Des...

—Lo siento. ¡Hoy me levanté de buen humor, Anne! —dijo Des con una sonrisa.

Harry negó con la cabeza sonriendo divertido.

—¿Tú qué dices, cariño? Podemos ir a cenar hoy con los Kidman.

—Si Harry quier-

—Harry es chico todavía. ¿No crees que es nosotros debamos decidir?

Des miró al rizado, y luego a Anne para decir: 

—Creo que si él no quiere ir, no debemos obligarlo.

—Des... estás siendo bastante bueno.

—Anne, amor, está de vacaciones. Sólo déjalo que haga lo que se le dé la gana, hasta un límite —dijo Des—. Aunque nada de drogas Harry.

El rizado rió llevando su mano hacia la panza.

—Además Louis vendrá a trabajar hoy. ¿Lo recuerdan?

Obvio. Obvio que recordaba a Louis. Cada momento.

—¿De qué hablas?

—Hablo de que le mandado a hacer algunos trabajos aquí. Ya sabes, no es que le esté regalando dinero —dijo Des sentándose en el sofá—. Le conseguí algunos trabajos.