Capítulo 15: Alcohol y...

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En la carretera, una camioneta color negro recorría su camino apenas iluminado por la luz lunar que se filtraba entre las nubes. No iba a más de 70 kilómetros por hora ya que era el único vehículo visible por el momento. Como conductor iba Kris mientras que, en los asientos traseros, Tao dormía profundamente cubierto con una de las chaquetas que empacó, sin saber, las consecuencias que acarrearía su presencia en la gran empresa y en la vida de los Wu en general. 

Yi Fan observaba cada tanto al polizonte a través del retrovisor, cuestionado, que tan listo había sido al aceptar su propuesta de acompañarlo.

Todo parecía ser parte de un elaborado plan. Después de arreglar las cosas con Yi xing, estaba tan feliz que no pudo negarle nada a nadie y... he allí las consecuencias o parte de ellas ya que los días fuera del condado apenas comenzaban.

Condujo hasta la madrugada, en el reloj del tablero se apreciaban las tres de la mañana y los primeros atisbos de ciudad comenzaban a aparecer al frente. Cuando se estacionó a un lado del gran edificio de Black Forest, después de varias vueltas y semáforos, casi tuvo que arrojar a Tao de asiento para despertarlo... Cosa que de algún modo también resultó inútil; ni palmadas en la mejilla, hablarle por su nombre, zarandearlo... ¡Nada! parecía traerlo del reino de los sueños en el que estaba tan empeñado en permanecer; decidió dejarlo allí en lo que daba con alguien para que subiera las cosas a su habitación en el penúltimo piso de la gran torre. 

Pero su búsqueda fue inútil y no pretendía pedir ayudar por teléfono. La noche era tiempo especial para la gente de servicio que no se veía molestada por las pesadas tareas que el señor Wu les imponía, así qué Kris se negaba a privarles de un descanso -incluso a los de seguridad- aunque sólo fuese por unos minutos.

Decepcionado, bajó las maletas del auto y las subió él mismo a su cuarto con ayuda del elevador dejando a Tao encerrado en el vehículo convencido, de que a su regreso, seguiría dormido.

Pero no fue así. 

Atrás de la camioneta un elegante automóvil se hizo visible y en un intento por hacer mover al de adelante, para acceder al edificio, prendió y encendió los faros sin ningún resultado, desesperados tocaron el claxon que con estrépito hizo despertar al rubio. ¡Por fin!

Tao Se sintió ajeno a ese momento, no recordaba gran cosa de antes de despertar por lo que, alarmado. intentó salir del auto, buscó el seguro a tientas en la oscuridad dando con el mismo a los pocos segundos, abrió la puerta y salió a la calle en donde las bajas temperaturas abrazaron todo de él. 

Estaba asustado, no entendía lo que ocurría por lo que el primer impulso de su cuerpo fue correr. A trompicones comenzó el escape, sin embargo, un cuerpo golpeó contra el suyo haciéndolo caer. -Carajo- masculló sintiendo el húmedo pavimento contra su rostro. El peso sobre él desapareció un instante para luego sentir como unas pesadas manos lo obligaba ponerse de pie y con la vista al frente en donde los faros delanteros del carro blanco lo cegaban. 

Escuchó un eco extraño, una puerta abrir y cerrar fue la respuesta que la mente alerta de Tao le dio, sus sentidos se agudizaron, la adrenalina corrió por su torrente sanguino y por primera vez en la vida sintió lo que creyó era el verdadero peligro. La silueta de un hombre surgió de la luz de los faros acercándose cada vez más al muchacho que, sin pensarlo dos veces, forcejeó intentando liberarse.

-¿Lo tienes bien sujeto, Jin Goo?- preguntó una voz poderosa ya cerca de ellos.

-Claro que sí, señor-. Respondió este aplicando más fuerza a su víctima.

"Mi percepción del tiempo, el reloj y una taza de café"  [Taoris]Where stories live. Discover now