Capítulo 15 (Parte 2)

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Punto de vista de Olivia


Alex lo había dicho directamente. Me sentí extremádamente incómoda , la mirada de todos en la mesa se encontraba sobre mi y no pude levantar la mirada. Incluso estaba teniendo que controlar cuidadosamente mi respiración para no aparentar ser más débil de lo que ya soy. No me lo podía permitir en la situación que me encontraba. Quise llorar, llevaba mucho tiempo queriendo hacerlo y finalmente liberarme, pero no estaba dispuesta a hacerlo frente a ninguno de ellos. Ninguno tenía mi confianza.

Quería preguntarles que si por haber descubierto su secreto me asesinarían o tomarían algún tipo de medida en mi contra. Pero temí la respuesta. Si ellos habían decidido prudente eliminarme, como en algunas películas de mafiosos lo hubieran llamado, deseaba permanecer en la total ignorancia hasta que el momento de mi fin estuviera sobre mí. Pensar en eso no me tranquilizó. Comencé a marearme... ¿Alguna vez vería de nuevo a mis hermanos mayores? ¿Y a mis padres? Nunca antes los había extrañado tanto como en aquel momento.

Vale, debía intentar concentrarme. Dean tenía una de sus manos sobre la mesa sujetando el borde con tanta fuerza que sus nudillos se volvieron blancos. Muy pocas veces lo había visto perdiendo los estribos, pero si había notado que siempre cuando se siente enfadado o estresado hacía ciertas cosas, como apretar con su mayor fuerza algún objeto o empujar una pared como un maldito desquiciado. Pero por mucho, su voz era lo peor -O lo mejor, dependiendo del punto de vista- siempre sonaba tan... calmada.  Verlo levantar la voz en una discusión es casi imposible -Aunque yo lo había conseguido-, ya que generalmente mantiene un tono principalmente neutro. Y de vez en cuando he encontrado cierta sensualidad.. Aunque eso nunca lo mencionaría en voz alta. 

Todos ellos habían permanecido en silencio después de que Alexandra (A quien decidí no confiarle nada más , pues dejó de parecerme de confianza) hablara. Luego, llegaron ciertas preguntas que no estaban dirigidas a mí, sino a ella.

La castaña me había pedido permiso con la mirada para continuar hablando. Yo me encogí de hombros, ya que estuve segura de que lo haría de cualquier manera. Así que  terminó relatando las mismas cosas que yo le había dicho la noche anterior cuando no pude guardarme como secreto lo más impactante que mis ojos han visto. Fue bastante más breve que yo, omitiendo más que unos pocos detalles que mi en mi opinión harían la narración más linda -Si pensamos en ella como solo un cuento, claro- pero no dije ninguna palabra para interrumpirla. De pronto, comenzó a verse nerviosa dándome fugaces miradas y luego alejando su mirada de mí. Ella, Dean y Damián intercambiaban miradas que no supe interpretar. Dean Habló:

-- Oye, liv... -- Desde el momento que nos conocimos, un día que terminé en su casa después de haber estado horas perdida en el bosque, él me había llamado Liv. Aunque de vez en cuando cuando habla habla con otra persona -Y me menciona- Suele utilizar mi nombre completo.  No le puse total atención  a sus palabras. Había quedado atrapada con los mismos pensamientos  -- Ninguno quería que te enteraras de esto de esta forma. Pero no hay forma de volver atrás, ¿No? Mi hermano no supo mantenerte dentro de casa. Y siento decirte que todavía hay información que desconoces, ¿Quieres hablar sobre eso ahora o prefieres terminar tranquila el desayuno?

-- Quiero escucharlo todo ahora -- Contesté, pero no me encontraba segura de que fuese una buena idea: mi cabeza daba vueltas, me sentía al borde de un ataque nervioso y lo único que quería era esconderme en una cueva hasta convencerme a mi misma de que todo había sido un loco sueño. Nada real. Intenté ponerme en los pies de alguna heroína de libros -Fuerte, valiente y segura-, soportando todo lo que pudiera venirme encima. Intenté convocar la resignación que el titán Atlas debía tener -En caso de existir- Al tener que soportar el peso del mundo. Aunque probablemente la sed de venganza fuese mayor, ya que tener que hacer aquello había sido un castigo impuesto por Zeus... me detuve. Había comenzado a divagar sobre mitología griega cuando tenía cosas más importantes -Y reales- En las que pensar. Haber sido secuestrad por un montón de hombres lobos ocupaba el primer lugar en la lista -- ¿Y bien?

Alpha DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora