LOU | Larry Stylinson

Capítulo 31

El pequeño Harry ladeó la cabeza, y le señaló a su mamá el parque. Luego de eso, juntó sus manos en forma de súplica.

—¿Qué? ¿Quieres ir hacia allí? —dijo Anne con una sonrisa—. De acuerdo pero cuídate. ¿De acuerdo? Estaré sentada aquí, Harry. Quiero que... estés a mi vista. ¿Entendiste?

El rizado asintió emocionado, y se fue corriendo hacia un columpio.

—¡No tan lejos, Harry! —le gritó Anne, y le sonrió.

Éste se subió al columpio y comenzó a balancearse inútilmente, ya que, sus piernas no alcanzaba el suelo para poder hacerlo mejor.

Anne se estaba por levantar para columpiar a su hijo pero alguien llegó en ese instante columpiando a Harry. Y ella sólo se sentó de nuevo.

El ojiverde se volteó a mirarlo curiosamente, y le sonrió tímido.

—Hola —le dijo el pequeño nene—. Te columpiaré así podrás divertirte. ¿De acuerdo?

Harry asintió. Y entonces el castaño lo comenzó a columpiar.

Y lo hizo por unos minutos, hasta que rompió el silencio diciendo:

—Así que... ¿cómo es tu nombre? —preguntó en un tono inocente, y curioso.

Aunque el rizado quisiera, no podía responder. Con absolutamente nada.

De todas maneras volteó, y quiso sonreírle pero un:

—¡Lou! —Se escuchó de parte de un señor.

El niño paró de columpiar a Harry, y éste bajó del columpio mirando a ese tal "Lou". 

El pequeño le dijo a Harry:

—Debo irme —dijo con una sonrisa, y lo miró dulcemente con sus ojos azules—. Un placer, pequeño niño.

Luego de decir eso, el rizado lo despidió con un gesto de mano y él se marchó corriendo hacia los brazos de un, tal vez, señor mayor.

Harry siguió mirando hacia la dirección de aquella personita adorable, sin embargo, su mamá le interrumpió los pensamientos diciéndole:

—¿Vamos, cariño?

Él asintió tomando la mano de su madre.

Harry despertó algo aturdido, y respiró hondo queriendo procesar lo que acababa de soñar.

Se había olvidado de ese niño que en su niñez había aparecido para ser muy amable con él, y luego marcharse para jamás aparecer.

Lou...

Recordaba que después de ese día, llegó a su casa. Y le dijo a su mamá: "Lou", y ella se largó a llorar de la emoción porque estaba segura que Harry no podía decir otra palabra alguna pero repitió lo que aquél señor dijo.

Lo repitió.

Aunque en éstos momentos no recordaba mucho el rostro de ese niño, y su sueño fue completamente borroso.

De todas maneras recuerda unos ojos claros, y una sonrisa inocente y adorable.

Al final suspiró pesadamente, y se levantó para dirigirse al baño.

***

Sintió unas leves caricias en sus rizos, y levantó la mirada para encontrarse con unos ojos azules mirándolo con una media sonrisa.

Estaban apunto de quedarse dormidos los dos en el sofá mirando la televisión pero el rizado no quería dormir. ¿Dormir y perderse el momento que estaba viviendo junto a Louis? Debería estar loco.