Danger |HS| (Sin editar)

¿Qué queréis de mí?

"Pensé que te habían comido" dijo entrando.

Me tiré encima suyo literalmente y la abracé fuertemente.

"Te he echado mucho de menos" dije sin soltarla.

"Yo también cariño" dijo mi madre acariciándome el pelo.

Estaba contenta por la preséncia de mi madre en estos momentos. Nuestra relación era más bien de amigas por lo tanto siempre le contaba todo ya que era la única persona en la que podía confiar.

"¿Qué pasó?" dijo sentándose en mi cama.

Mi rostro seguía con algunas lágrimas y los ojos enrojecidos.

"Nada, un compañero me recordó a papá".

"¿Algo más?" dijo con la ceja elevada.

Esa pregunta me recordó la fiesta del miércoles. Si le contaba que vi a uno de los asesinos de papá seguramente se preocuparía mucho pero si le contaba que un chico desconocido me dijo que iba a morir seguramente contrataría a un detective.
No quería correr el riesgo de ponerla a ella también en peligro, no podía perderla a ella también.
Decidí hacer lo mejor, mentir.

"No" dije mostrando una sonrisa falsa.

Seguimos hablando de varios temas. Me hacía bien hablar con ella, hace una hora me encontraba llorando y ahora intentaba sobrevivir de un ataque de risa.

"Mientes" dije sin creérmelo.

"El día que conozcas a mi jefe me creerás" dijo guiñando un ojo "Ahora arréglate que vamos a pasar la tarde juntas".

(...)

Nos encontrábamos en el pasillo dirigiéndonos a la puerta de salida.
Llevaba unos tejanos ajustados, una camisa de tirantes con un estampado floral y encima una chaquetita para protegerme de la brisa otoñal.

La puerta de nuestra derecha se abrió dejando ver al idiota que horas atrás me hizo llorar. Su verde mirada se posó en mi madre la cual sonrió. Desvió la mirada bruscamente y empezó a caminar por el sentido opuesto al de nosotras.

"¿Viste su cara?" preguntó mi madre preocupada.

Sonreí al recordar la enorme marca enrojecida en la mejilla izquierda de Harry. Seguramente está muy enfadado pero se la merece, por idiota.

"Fue él quien me recordó a papá".

"Oh dios, no me digas que fuiste tú" dijo con una sonrisa divertida.

"A partir de ahora no me hará llorar" dije riendo.

(...)

Estaba en la cola del cajero de una de mis tiendas favoritas.
Me encontraba totalmente enamorada de la prenda que iba a comprar. Era una camisa gris de manga larga por debajo del ombligo en la que ponía "New York", tenía dos pumas estampados y en la parte trasera un nueve gigante de color plata.
Llegué a la caja y pagué. Con ésta ya hacía un total de 8 bolsas.

Amaba salir de compras con mi madre, simplemente es algo que siempre me ha gustado.

"¿Te parece si volvemos ya?" dijo mi madre mirando su reloj.

"Está bien".

"Ves llevando las bolsas al coche, ahora voy" dijo dándome las llaves.

Yo obedecí y empecé a caminar.
Antes de salir me paré delante de el mostrador de una tienda de joyas. En una caja se podía apreciar un collar de plata con piedras azules, era realmente hermoso. Mientras lo observaba más detenidamente me acordé que dentro de un mes era el cumpleaños de mi madre y que aquel collar se vería perfecto en ella.

Seguí mi camino hasta llegar a la puerta de salida, me estremecí al notar la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior.

El coche se encontraba a unos 5 minutos ya que fue imposible encontrar aparcamiento más cerca debido a que hoy era sábado y la gente no tenía nada que hacer.

Cuando ya solo quedaban 3 minutos se me cayó una bolsa al suelo y maldecí mientras me agachaba. Noté la presencia de alguien más.

"¿Hola?" dije sin obtener respuesta.

Intenté pensar en otra cosa y seguir caminando.
Ya me encontraba en el coche fui a abrir el maletero para guardar las bolsas.

Una vez guardadas me dirigí a la puerta del copiloto cuando me quedué paralizada al ver una sombra a unos metros de mí. No la podía distinguir por culpa de que el maldito sol ya no estaba.
Me quedé quieta en mi sitio mientras observaba a la silueta de enfrente mío. Estaba aterrorizada, no podía huir mis piernas no reaccionaban.
No se movía al igual que yo, metí la llave disimuladamente en la cerradura cuando una carcajada hizo resonar el oscuro lugar iluminado por una farola a diez metros de mí.

Me daba miedo saber la respuesta pero la tenía que saber, no podía seguir callada. Me aclaré la garganta antes de formular la pregunta que tanto me atormentaba.

"¿Qué queréis de mí?"

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SÉ QUE HE TARDADO MUCHO EN SUBIR Y QUE ES CORTO PERO ESTA SEMANA TENGO MUCHOS DE LOS EXÁMENES FINALES Y TENGO QUE ESTUDIAR :(
ESPERO QUE LES GUSTE EL CAPÍTULO Y NO SE OLVIDEN DE COMENTAR Y VOTAR PLS.

¿QUÉ CREÉIS QUE LE PASARÁ A JESS?

15 VOTOS Y LA INTENTO SEGUIR ANTES ;)