16: Alianzas y Alitas.

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Narra Acuario.

Tauro y yo bajamos del auto. Ha sido un largo camino y estábamos desesperados por llegar a casa.

—¡Al fin viernes!— Tauro estira los brazos.

— Lo sé, a pesar de ser la primera semana en la preparatoria fue agotadora— asiento dejando salir un suspiro de cansancio.

—Acuario sobre la cita...¿Te gustaría ir conmigo a cenar mañana?—pregunta él casualmente, o eso parece.

—Según, ¿que vamos a cenar?—volteo a verlo interesada y él ríe ligeramente.

—Lo que quieras—asiente.

—No debiste haber dicho eso— niego levemente y sonrío de lado— vamos a al buffet de alitas, quiero participar en la competencia de comer alitas.

—¿Al buffet de alitas?—él ríe burlón—¿Crees poder ganarla?

— ¿Que no me has visto comer?— alzo una ceja y lo miro mal.

— Es al revés, no sé si sabías pero he ganado el primer lugar en comer alitas por tres años consecutivos—dice orgulloso casi dándose golpes de pecho.

—Pues prepárate—me detengo frente a él y presiono mi índice en su pecho—, te voy a vencer este año.

—Claro, ¿quieres apostar?— su sonrisa sólo hace que me den más ganas de ganarle.

—Apostemos—acepto segura.

—Si gano, serás mi novia—él extiende la mano hacia mi.

Abro los ojos de más al escuchar eso.

—Está bien, pero si yo gano tú serás mi esclavo por dos meses—digo con una sonrisa confiada en mis labios.

No tengo miedo, sé que voy a ganar.

—Es un trato— cerramos el trato con un apretón de manos. Él sonríe de lado y ambos entramos a la casa.

Nuestra primera cita será una competencia.

Narra Escorpio.

Entrar a la escuela significa menos tiempo con Cáncer, me hice idiota todas las vacaciones pero no puedo permitir que alguien me lo trate de quitar.

Toco la puerta de su habitación, si tengo suerte Sagitario aún no ha llegado y podré pedirle una cita que no parezca cita.

Cáncer abre la puerta y me mira con esos ojos azules tan inocentes esperando a que diga algo.

Aprieto los puños a mis costados y siento sudor bajar de mi frente.

Jamás me había sentido tan nervioso.

Es ahora, vamos invitalo a salir. ¡Tu puedes!

—Oye...ah, quieres...Te gustaría...um... ¿Quieres una soda?— sonrío nervioso.

—Eh, no gracias— él me mira como si yo hubiera dicho algo gracioso.

— Ah... entonces creo que me voy— me doy la media vuelta y desaparezco de ahí.

¿En serio? ¿Una soda? ¿Acaso podría ser más imbécil?

Estoy desesperado.

Necesito ayuda profesional.

Y se donde obtenerla...

Narra Piscis.

—Entonces ese sexy chico se sentó a lado de mi y comenzó a hablar conmigo—Libra dice sentada en su cama estilo indio emocionada—, y lo genial es que me invito a salir.

La casa del Zodiaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora