capitulo 20

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A veces los recuerdos duelen mas que un disparo, porque el disparo al menos te mata al momento, un recuerdo te dura para toda la vida, esta ahí siempre presente, recordándote día adía lo que fue y lo pudo ser y aunque lo intentes con todas tus fuerzas, esa clase de recuerdos son imposibles de borrar. Créeme.

Me gustaría poder decirte que esa semana en Colombia fue mágica y romántica, llena de brillos y amor, me gustaría mucho poder contarte que hice el amor con Mateo cientos de veces y nos la pasamos visitando miles de lugares preciosos, mataría por poder engañarte y engañarme a mi misma con eso de que el amor si dura para siempre, pero no tengo el corazón para hacerlo.
<<al menos la pasé bien>>

Regresé a la habitación con las chicas sin haber pedido el café o el jugo, regresé con miles de ideas en la cabeza y con preguntas, muchas preguntas, pero ¿a quien hacerlas? Mateo jamás les conto mucho a Carmen o a Cata, y nunca hablaba de ello, no podía ni mencionar la idea de hablarle de ella porque cambiaba el tema y aunque para mi era algo de lo mas normal y lo entendía, ahora no quería entenderlo, ahora quería respuestas ¿Cómo es ella? ¿Dónde la conociste? ¿aun te duele?
Y no es como que importe cierto? Porque cuando estas junto a una persona se supone que estas CON la persona, no con su pasado ni con su futuro, no debe importarte nada mas que su presente, porque ahora es de quien te enamoraste, con quien quieres estar, no lo fue en su pasado y no sabes si lo será en su futuro pero ahora lo es, Mateo era con quien quería estar el resto de mi vida y aunque no debería importarme, quería conocer todo su pasado para poder construir un futuro, uno donde haya lugar para un "nosotros" y nada me hubiese hecho mas feliz.

-Qué cara es esa? - Cata y Carmen estaban acostadas en una de las camas, con sus celulares, ambas me miraban

-Parece que viste un fantasma Natalia ¿ estas bien? - Catalina se levanto y dejó su celular a un lado

-Estoy bien, descuida - fingí una sonrisa – no encontré la cafetería o el bar lo siento

-Descuida cielo, pidámoslo a habitación - Carmen tomó el teléfono - quieren algo más?

-Una cerveza fría - Cata volvió a acostarse – Natalia vas a pedir tu café?

-No, yo paso – caminé hacia la otra cama, que estaba junto al balcón y me senté en el borde

Pasaron unos segundos en pleno silencio y las chicas no apartaban su vista de sus teléfonos, nada era diferente de las pijamadas, ellas en ropa interior y acostadas revisando sus redes sociales, bebidas por todo el cuarto y planes para asistir a fiestas, todo era igual, pero yo no lo sentía de esa manera.

-Encontré una discoteca cerca de aquí, todos hablan muy bien de ella, vamos? - La voz de Carmen rompió el silencio

-Vamos! - la apoyó Cata

-Claro, suena buena idea – un poco de aire libre me hará bien <<si puedes llamas aire libre a una discoteca>>

-Son las 9:30 si nos arreglamos ahora llegaremos a las 11:00 suena a buena hora, volvemos a las 4 o 5 y nadie se dio cuenta - Carmen se levantó y comenzó a sacar toda su ropa de fiesta de uno de los cajones que había en el closet cerca del baño

-Pido la ducha primero! - Cata se lanzó corriendo al baño tirando su móvil en el suelo

Yo aun no desempacaba nada, así que tomé mi maleta y emprendí la búsqueda de mis utensilios de belleza, aunque después de revolver la ropa caí en cuenta de que todos mis artículos de limpieza y maquillaje estaban en mi bolsa de mano, bolsa que Mateo había traído y probablemente estaba en su habitación, al lado. La idea me hizo tener miedo ¿Por qué miedo? ¿no es tu novio? Por primera vez en bastante tiempo temí a hablar con Mateo.

ERASE UNA VEZ MATEO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora