III

49 4 2
                                    

- ¿Y bien? - Insistió Harvey - ¿No me contarán?

- Pues yo me casé y ahora tengo cuatro hijos - Dijo Jonathan - , además soy el mejor en la empresa en que trabajo.

- ¿Te casaste? - Preguntó Harvey con ojos bien abiertos. - Y ni siquiera me invitaste a la boda...

- ¿Por qué habría de invitar al que traicionó a esta familia?

- Oh, con que nos pusimos agresivos.- Hillary miró a Harvey con admiración.

- Señor, Harvey... - Dijo Dalton. El mayordomo había entrado a la sala. - ¿Quiere venir un momento?

- Como digas, mayordomo. - Respondió Harvey. El hombre fue con Dalton hasta un lugar donde estuvieran solos. - ¿Qué sucede?

- Usted, mejor no haga nada tonto, porque sé de usted. - Dijo Dalton fulminando a Harvey con la mirada.

- ¿y tú crees que no sé de ti? - Respondió confiado.

- ¿De qué habla?

- Hillary me contó tu secretito. - Dijo en un tono un tanto burlesco.

- No entiendo...

- Si entiendes, Dalton. Sé que eres homosexual, y que en el fondo, quieres estar con el borracho del chofer, pero él no te hace caso. - Sonrió maléficamente.

- ¡Cállate! - Gritó Dalton.

- Solo me callaré si te unes a mi.

- ¡Bien, acepto! - Exclamó Dalton enojado.

- Excelente. - Terminó de decir Harvey. El hombre junto al mayordomo, volvieron con los demás al comedor. Hillary se acercó a ellos con curiosidad.

- ¿Qué ocurrió, de qué hablaron? - Preguntó Hillary exasperada.

- Nada, estaba contándole a Dalton lo linda que eres. - Respondió Harvey irónico. Hillary miraba a Harvey mientras jugueteaba con su cabello.

- ¿En serio? Eres tan encantador. - Dijo Hillary mientras reía, con su cara sonrojada. Dalton los fulminó con la mirada.

- Dalton... - Llamó Peter. El mayordomo se acercó - Espero que vigiles bien a Harvey, no debe traer nada bueno entre manos...

- Haré lo posible, señor Peter... - Respondió Dalton.

- No bebiste antes de salir ¿o si? - Preguntó el señor Walter al chofer.

- No, señor... - Respondió Jeremy, algo nervioso.

- Que bien, porque no quiero problemas.

- Y no los tendrá, señor. - Dijo Jeremy tranquilizandose un poco. - Por cierto... ¿A donde quiere ir, que no me contó?

- Quiero que me lleves al recinto de los ojos de tigre. - Respondió más serio. Jeremy frenó de manera brusca.- ¡Hey, frena con más cuidado, idiota!

- Disculpeme, señor.... Pero no puede ir hacia allá, son unas de las mafias más peligrosas, y no me gustaría que le hicieran daño.

-Agradezco que seas tan precavido, Jeremy. Pero es necesario.

- ¿Y qué planea decirles, qué es lo que quiere hacer?

- Necesito quitarme a Harvey de encima...

- Hillary - Llamó Greg. - ¿Podrías traernos un café a todos? Menos a Harvey, claro.

- Que gracioso. - Dijo Harvey. - Traeme un té a mi también, linda. - Hillary no hizo más que asentir y correr hacia la cocina.

Los hermanos no paraban discutir, todos estaban en contra de Harvey, lo insultaban, le criticaban y más. Harvey parecía tomarselo bien, de hecho, parecía no importarle, todo el tiempo miraba a Hillary, sentía que ella era lo único que importaba, se perdía en su mirada. Para Hillary era lo mismo, se perdía en la mirada de Harvey, y le encantaba verlo, se notaba que ambos se querían mutuamente.

- ¡Harvey! - Gritó Jessica golpeando la mesa.

- ¿Ah, qué? - Harvey reaccionó.

- ¿Has escuchado lo que te hemos dicho? - Dijo Luna. - ¿Entiendes el por qué no te mereces la fortuna de papá?

- No, la verdad pienso que ustedes me odian por una estupidez. Ya les dijé que yo no robé nada, mamá fue la que...

- ¡No metas a mamá en esta conversación! Estoy seguro que murió gracias a tí. - Dijo Brandon.

- ¿Qué? Pero... ¿Escuchan lo que dicen? No digan falacias, hermanos, por favor. - Dijo Harvey indignado.

- ¡Ja! Falacias dijo...

- Bien, si no quieren razonar, le diré a papá un par de cosas que no sabe de ustedes - Dijo con una sonrisa maliciosa.

La herencia [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora