Veintisiete;

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Están aquí, entre ellos. No saben donde exactamente ni en que han podidoconvertirse, pero la manada de doce lobos que llegaron ayer, junto aPeter, Scott y Dereck lo sienten. Es una sensación extraña, dealerta continua y nerviosismo. La cosa no marcha bien.

Lídia y Allison han intentado ayudar a Katherine en todo lo que han podido; enseñándoletrucos de caza, como esconderse, distintas maneras de ataque ydefensa.. No son malas profesoras, y el padre de la cazadora le haprestado un par de armas que – según él – le irán de perlas.

Resopla nerviosa enclase y toquetea el boli sin saber que más hacer para no salircorriendo. Si todo esto se lo hubiesen contado hace dos meses, cuandoaún ni siquiera sabía que viviría aquí, se hubiese echado a reírcon la típica frase de: ¡Vaya locura, debes haberlo soñado! Oquedándose en la idea de que todo esto está sacado de una peliculade ciencia ficción, pero ahora.. Dios. Es una criatura sobre naturalpor que Dereck la araño sin querer – o eso cree ella – y, en vezde convertirse en mujer lobo, tuvo que hacerlo en un termino japonésque no recoge ni la mitad de las cosas que le pasan.

Scott y Dereck hombres lobo.. Junto a Peter, un antiguo Alpha del que no se fía lomás mínimo. Lídia le contó todo lo que ella había vivido hacemeses con Jacson – otro hombre lobo – antes de encontrarse a simisma y tener que dejar que el padre de su novio se lo llevase aestudiar a Londres. Algo más o menos normal entre todo ese caos.Allison, su padre y toda su familia cazadores de hombres lobo yespecies extrañas por todo el mundo, aunque han acabado aliándosecon ellos y respetándolos bajo ciertas condiciones. También estánIzhaac y Ericka, pero ellos son otra historia distinta. Y Stiles.. Lemira, está distraído mirando hacia la pizarra pero la cabeza enotra parte – como Kathe – y es tan guapo.. Él es lo úniconormal que tiene ahora mismo, a parte de su padre y el resto dealumnos. Pero él la cuida, la hace reír, han dormido juntos ycuando se le acerca tímidamente y la besa siente que no puederespirar. Le encanta ese chico. Que lástima que no se hayan conocidoen otro lugar, sin estas circumstancias ni tantos problemas..

Al salir del instituto a la hora de comer, acabando por hoy las clases, Dereck yun par más de hombres están allí, esperando junto a un coche negrobastante nuevo.

- ¿Tu también les sientes? - murmura Scott cuando llegan hasta allí. Dereck asiente, preocupado, mirando de un lado para el otro con disimulo.

- ¿Como estás? Debes estar aterrada con todo esto.

Ahora se dirige a Katherine, al igual que todas las miradas del gran grupo que se haunido en el parking. Esta asiente algo confundida y sonríe, paraquitarle hierro al asunto. Está muerta de miedo, sí, pero al ver atantos aliados y lo bien que le han preparado las chicas – y Scottde vez en cuando – en estas cincuenta y dos horas ya no se sientetan despazada como al principio.

- Necesito que vengas conmigo.

Todos vuelven amirarla, incluido Stiles. Ella se fija en sus bonitos ojos marronesdurante unos segundos, transmitiéndole algo que nunca antes havisto, y luego le ve asentir y sonreír de medio lado, como si loaceptase por que es lo correcto a pesar de lo poco que le gusta.Dereck y ella están conectados de una manera muy extraña y única,y ninguno sabe por qué. Imprimación, lo llama el tío del lobo desdel principio.

- ¿Nosotros cuando nos veremos?

- Esta noche, antes de las diez en el bosque. Necesitamos tener un buen plan de ataque.

Scott asiente, yatiene algo pensado.

- Bueno.. - dice Allison – Entonces estaros atentos y nos vemos esta noche.

Lídia y ella se cogen del brazo y se marchan, despidiéndose con un sonrisa cómplicedel grupo. Izhaac y Erika también se apartan, no sin que antes larubia le pegue un empujón con el hombro a Katherine y le saque losdientes. Ese es un tema que tendrán que resolver cuando el problemareal acabe.

- Nosotros también nos vamos.

- Sí..

Stiles no parece muy decidido, sobre todo por que tiene que dejar a Katherine en manos de Dereck y sus amigos, y eso no le acaba de gustar. ¿Que le pasa con esta chica? No siente por ella lo mismo quepor Lídia, eso está claro, pero tiene algo que consigue despertaren su interior algo nuevo. Un soplo de aire fresco que necesita comoel respirar ahora mismo, y tiene miedo de perderlo.

- Nos vemos luego.. - le susurra cariñoso – Y si necesitas algo me llamas, ¿vale? Puedo coger el coche e ir a buscarte cuando quieras.

- No te preocupes, estaré bien. - sonríe – Tus amigas me han enseñado a defenderme.

Esta vez el que ríe es Scott, acompañado de unas muecas – parecidas a sonrisas – delos hombres lobo que acompañan al Alpha.

Stiles coge a Katherine de la cintura y le da un casto beso en los labios, luegosonríe y le da otro, ante la atenta mirada de Dereck y el resto, queno dicen nada al respecto. Cuando se aparta le acaricia el pelo y losbrazos y se marcha, no sin antes volver a repetirle lo del coche. Notiene por que preocuparse, estará bien. Por que es Dereck y no va ahacerle daño, ¿no?

Llegan a un edificio enorme, el mismo en el que estuvo la noche de la fiebre, aquella que casi la mata. Lo reconoce al institante y cuandosuben por el ascensor hasta arriba del todo recuerda perfectamente loque pasó y como es la estancia. Como se desnudó, Dereck metiéndolaen la bañera.. También conoció a Peter aquel día, aunque eso nisiquiera le importa.

- ¿Que hacemos aquí?

- ¿Podeis dejarnos solos?

Los hombres que lesacompañaban se largan cerrando la gran puerta de acero sin ningunesfuerzo. Peter también, con una sonrisa pícara que le pone lospelos de punta. Dereck no ha contestado a su pregunta y ahora estánsolos, allí arriba, sin nadie que lo sepa más que esos tíos a losque no conoce. Y no entiende por qué, pero empieza a ponerse muynerviosa. Histérica casi.

- ¿Que hacemos aquí, Dereck? - vuelve a repetir dándosela la vuelta.

- Quiero ver cuanto has mejorado.. No me fío de que Allison y Lídia te hayan entrenado demasiado bien.

- Pues lo han echo.

Dereck la mira unos segundos muy serio pero luego sonríe.

- Enseñamelo, entonces. Quiero verlo.

  Está fatigada, agobiada, agotada y muy, muy cabreada. Lleva como veinteminutos intentando sacarse de encima a un hombre lobo que no deja deatacarla, Dereck se ha vuelto totalmente loco. Ni siquiera con palos,patadas o tirándole el sofá a conseguido retenerle. No puede más.

Vuelve a ver como sele abalanza encima con rabia, intentando atraparla, y ella corre porla sala gritando que la deje en paz hasta coger una de las sillas ytirarsela encima. Le da de lleno, en toda la cara y el pecho. Puntopara Katherine.

- ¡Para, por dios! - solloza nerviosa - ¡Por favor!

Dereck parece tranquilizarse unos segundos y la mira, dejando la silla donde estabay volviendo a su estado natural. Está sudando, se le nota algocansado y guapísimo, sobre todo eso. Siente una punzada en elestómago cuando se acerca a ella y le toca el brazo, agarrándolapor el codo:

- ¿Sabes que ellos no van a parar cuando quieras? Te cogerán y harán contigo lo que quieran, matarte posiblemente.

- Dereck.. Me haces daño..

Ellos van a hacerlo más, no serán tan buenos como yo. Créeme. - le dice muy cerca del rostro, con los ojos clavados en los suyos – Y tus amiguitas no te han enseñado nada.

Katherine enmudece,¿tiene razón? Van a matarla, tortutándola antes posiblemente, sinpensar en nada más que querer hacer desaparecer a todo el mundo enese pueblo. No van a ser como Allison, Lídia o incluso Dereck – apesar del daño que le está haciendo -. Ya no es una chica normal deinstiuto.. Esto es algo mayor.

Cierra los ojos,traga saliva y cuando los abre le tiene aún más cerca. Si se mueveun poco podría besarle sin problema, pero no va a hacerlo.

- Enseñame tu, Dereck. Sé mi maestro.

¿Tu también lo ves? I Teen WolfWhere stories live. Discover now