I'm not the Magcon girl.

Day 52.

Iba junto a Nate, paseando a Teddy, aunque más bien era Nate quien lo llevaba, él se había encariñado demasiado con el perro y me parecía tan tierno. Teddy estiraba y olisqueaba todo lo que encontraba, era un perro muy curioso. Yo guiaba nuestro paso hasta el hotel de Step y cargaba una mochila con la cámara y mi portátil, había quedado con él en que era hora de contarles a las fans que estábamos juntos e íbamos a hacer un vídeo especial.

—¿Ya ha aceptado tu padre a Step? —preguntó Nate e iba a contestar cuando comenzó a reírse —. Acabo de acordarme cuando nos conoció.

En el momento que lo dijo, las imágenes llegaron a mi cabeza y me empecé a reír. Mi padre, la primera vez que los vio, sacó su bate de béisbol y amenazó con golpearlos si no me dejaban tranquila. Con mucha dificultad conseguí explicarle que eran mis amigos y, aunque le costó, al final los aceptó y en ese momento los quería a todos como si fuesen sus hijos.

—Iba directo a por ti —me burlé, haciéndole rodar los ojos.

—Él sabía que yo soy irresistible y que acabarías conmigo en algún momento —alardeó y yo bufé, fingiendo fastidio.

—Claro que sí —dije y le di dos veces en la espalda.

Mi relación con Nate había ido mejorando desde el tour, obviamente nos llevábamos muy bien pero en ese momento era aún mejor. Su compañía era muy agradable y sus comentarios fuera de lugar siempre me hacían reír y me divertían, no como a otros que se incomodaban.

A Nate había que entenderlo, y él era una gran persona solo que le gustaba bromear más de lo normal.

—Bien, Ivie, solo te lo diré una vez —avisó una vez que llegamos a la puerta del hotel —. Usa siempre protección.

—Sí, papá —me burlé ante su advertencia.

—No, no, cariño. A mí me llamas papi en la cama —murmuró, me guiñó un ojo y se rió sonoramente, supuse que por mi cara de horror.

Golpeé su brazo y negué con la cabeza, era un completo desastre. Tras eso cambié de tema, centrándolo en Teddy puesto que le pedí que se lo llevase a su casa y él aceptó incluso antes de terminar la frase.

—Adiós bebé, iré más tarde a por ti —le dije a Teddy y besé su cabecita un par de veces a lo que movió la cola y ladró.

Cuando subí la mirada, Nate se estaba acercando con sus labios hacia afuera, esperando un beso por lo que le puse la mano en la cara y lo retiré mientras reía.

—Pásalo bien —me deseó y subió su pulgar —. Ah, y Sam necesita ayuda con una chica que no puede quitarse de encima.

—¿Qué toca ahora?

—La ex novia furiosa porque le ha pegado alguna enfermedad.

Asentí y ambos reímos a la vez, no sabía cuantas veces había tenido que sacarles a una chica que los agobiaban, pero sí sabía que ya habían hecho una lista con los diferentes papeles que tenía que adoptar para no repetir siempre la misma historia. Y la lista era bien larga.

Sin más me despedí de él y de Teddy y entré en el hotel, dirigiéndome directamente a los ascensores. Abrí mi chat con Step y revisé la planta y la puerta, por lo que fui allí. Una vez en la puerta, llamé a ésta y esperé hasta que mi chico la abrió. Me sonrió con ternura y yo me limité a mirar su torso desnudo, ese chico me iba a matar.

Entré a la habitación y dejé la mochila a una lado de la cama, la cual estaba un poco desecha y el mando de la televisión descansaba sobre ella, lo que me llevó a pensar que él había estado allí tumbado mientras veía la televisión. Sus brazos me rodearon y yo me giré para tenerlo frente a frente. Tras eso se inclinó hasta estar a mi altura y sus labios buscaron los míos con desesperación, por lo que rápidamente le devolví el beso hasta que la falta de aire nos hizo separarnos. Después saqué la cámara, la monté y la dejé puesta para que nos hiciese algunas fotos, ya que teníamos a lo mucho, dos o tres juntos.