Capítulo 37: "- Oh no chico templado..."

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20 de octubre....
Es la fecha que más miedo me da.

Estoy en shock, no he movido ni un solo musculo. Aún sostengo el móvil apagado entre mis dedos.

Mi piel arde a pesar del frío. En mi mente se disparan imágenes de Kyle, cuando sonríe, su actitud sobreprotectora, hasta su arrogancia. Todo lo que hemos vivido, no quiero perderlo, no lo soportaría.

Siento mis mejillas húmedas.

Lloro.

Esa siempre es mi primera reacción.

Mi cuerpo reacciona y volteo a verlo. Su piel de nuevo no tiene color, su frente suda.

No puedo perderlo.
Me lanzo sobre él, lo abrazo con fuerza y espero.

Lloro y lloro sobre su pecho.

Tengo miedo por lo que podría pasar mañana.

En mi visión todo era perfecto...
Hasta que... Bueno ya saben, pasó lo de la muerte de Kyle, y lo de la fecha que irónicamente es mañana. Y luego el extraño mensaje.

¿Qué se supone que no a terminado?

- Tú última misión se acerca.
Habla la chica en mi cabeza.

El eco de su voz retumba en mi cabeza y eso me vuelve loca.

Me incorporo para poder masajear mi cabeza.

- Te voy a bloquear. La amenazo. -Déjame en paz, no puedo hacer nada por ti.

- No lo hagas, tú última misión se acerca, y yo debo guiarte.... Repite esa oración miles de veces en mi cabeza.

Su voz es el infierno en mi cabeza.

Cierro mis ojos con fuerza rogando, para que esa voz se vaya al igual que el dolor.

Pasan unos cuantos minutos y sin saber esa voz ya no está. Abro mis ojos y respiro profundo. En definitiva estoy harta, buscaré la manera para bloquear esa voz.

La luz del día se cola por las ventanas, y yo no he dormido nada. Básicamente llevo seis días sin dormir.
Me pongo de pié y camino hacia la ventana. El día está triste y oscuro al igual que mi alma.
Por unos segundos la luz blanca me ciega.

Es el rostro de Kyle me mira desde fuera de la ventana, su rostro es pálido y sus ojos totalmente sin vida.

Me veo a mi misma dentro de una Rae de siete años. Una niña con miedo hacia esa sombra que la vigila y la atormenta por las noches.

Mi vista regresa, estoy confundida.
Esto que acabo de ver tampoco lo recuerdo.

Kyle... sus ojos no tenían brillo. El siempre ha dicho que me protegía, pero la expresión en el rostro que acabo de ver no era la que verías en alguien que te quiere proteger... sus ojos gritaban odio y muerte.

Solo voy a olvidar el tema, yo misma sé que no siempre puedo confiar en lo que veo en mis visiones.

Suelto un largo suspiro. Peino mi cabello con mis dedos, está enredado y grasiento, necesito un baño.

Camino con pies descalzos por el frío suelo de madera. No he salido de esta habitación en días. Siento que he perdido unos cuantos kilos, ya que la comida no llena el vacío que siento por dentro.

Camino hasta la gran puerta de madera y me dispongo a abrirla. Miro sobre mi hombro a Kyle que se revuelve frenéticamente en la cama. Con su respiración pesada y con las sábanas pegadas a su torso desnudo por el sudor.

La Rosa Negra © #CA2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora