Jong Woon abrió sus ojos lentamente, inhalando el dulce aroma que desprendía el cuerpo que descansaba prisionero entre sus brazos, aumentó su agarre uniendo completamente sus cuerpos y depositó un beso en aquellos cabellos color miel, era como un niño consentido. Su niño consentido. Le agradaba la sensación de Ryeowook en su pecho, en sus brazos durmiendo plácidamente. Pasó su nariz por la nuca sonriendo ante la sensación de su piel, depositó pequeños besos allí sin creer que habían despertado juntos, en la misma cama.
Quería amanecer así cada día, abrir los ojos y hallarse con la dicha de la persona que amaba. Oh, por todos los dioses. Había pensado en la posibilidad de amarlo, en tenerlo ahí siempre, ¿había sido así sin darse cuenta?
No quería que despertara y se apartara de su lado, no quería que esa barrera invisible que había construido los separara. Lo ocurrido la noche anterior había sido en pocas palabras un golpe de suerte, estaba convencido de que Ryeowook se hubiera negado completamente a la idea de tenerlo allí en su cama. Oficialmente podía hacerlo si le apetecía, era la ley, pero, ya había sido bastante patán con él. Y su hijo.
Movió sus manos hacia el plano vientre con amargura, pensando en aquella criatura que no alcanzó a tener en sus brazos, por amor a él debía intentar arreglar las cosas, después de todo era su culpa. Y realmente necesitaba redimirse.
Ryeowook se removió y abrió los ojos lentamente, su cuerpo estaba a una temperatura normal y no tenía ningún dolor que le aquejara, aquello lo tranquilizó. Se inquietó al sentir un cuerpo junto al suyo, unas manos acariciando su estómago con delicadeza, de pronto los recuerdos de la noche anterior lo asaltaron e iluminaron su mente de manera no agradable.
Se giró mirando a Jong desconcertado, confundido por su presencia ¿cómo había terminado en su cama? quiso decir algo, pero no hallaba las palabras adecuadas, además de que se sentía incapaz de dirigirle la palabra en esas circunstancias tan comprometedoras. Le recorrió un cosquilleo al sentir sus brazos alrededor, sus manos acariciando con ternura su vientre moviendo mariposas allí.
— Su majestad— Murmuró, sin creerlo. Era la primera vez que despertaban juntos y que él no estaba lastimado.
Le irritó de pronto su presencia, el sentirlo cerca como si nada hubiese ocurrido entre ellos. No recordaba lo ocurrido, tenía fiebre y quería agua. Era confuso. Trató de apartarse ganándose una risita por parte del otro, aquello terminó con su paciencia.
— ¿Cómo te sientes?— Jong Woon acarició su mejilla con calidez.
Agachó su mirada y contuvo las lágrimas. No era bueno estar así, aún tenía mucho rencor hacia él por lo ocurrido y no iba a concederle una confianza de la que no era merecedor. Arrugó la nariz indicándole su molestia, se apartó rompiendo el abrazo creando una sensación de vacío en ambos. Pero, al diablo las sensaciones, los vacíos ¡había aprendido a vivir con ellos!
El mayor prefirió apartarse entendiendo que se estaba apresurando,había sido precipitado el intimar de esa manera. Realmente le deseaba. Ryeowook salió del futón sin mirarle y se puso en pie gentilmente, acomodó un poco su haku y se apresuró al baño donde cerró la puerta de un golpe que hizo encoger a Jong.
El pelinegro observó el espacio vacío y acarició aquel sitio que todavía estaba cálido. La sensación de Ryeowook permanecía en su cuerpo tan vivo, que sabía que no iba a dejar de pensarlo en todo el día.
Miró la puerta con culpabilidad, al menos había tenido la dicha de tenerlo en sus brazos una noche entera, eso era suficiente para él. Pero no sería por mucho, necesitaba más de su esposo, mucho. Y no iba a descansar hasta tenerlo en sus brazos.
Se puso en pie y salió de allí con una sonrisa. Definitivamente regresaría esa noche.
Ryeowook se relajó cuando escuchó el shoji correrse y abrió sus ojos. Allí en el baño no podía creer todavía que había amanecido con su esposo, entre sus brazos, con sus besos. Llevó la mano a su pecho sintiendo como su corazón latía de manera desenfrenada, ¿acaso le había cuidado? Negó levemente, Jong no iba a tener semejantes atenciones.
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i. El origen del amor
FanfictionMiles de leyendas han surgido en medio de la guerra y la destrucción, pero la realidad se limita a la existencia de un hombre que ha sido capaz de burlar a la muerte. Kim Ryeowook ha vivido en el reino de la familia Lee desde que tiene memoria...