Capítulo 22: "Un acto de amor"

35.4K 1.4K 135
                                    

Capítulo 22: “Un acto de amor”

-¿Qué piensas hacer ahora?- me sacó Aline de mis pensamientos, deseando obtener una respuesta de mi parte ante todo lo que me había contado.

-Me voy de Santorini- decidí entre sollozos.

En aquel momento lo único que deseaba era llorar y aclararlo todo. El dolor que sentía me estaba aturdiendo, mi corazón se rompería en cualquier momento y mi cordura tendería a desaparecer. Definitivamente, estaba locamente enamorada de Lysander. Sin él sería capaz de perder mi eje interior, que en aquel momento se estaba tambaleando.

-Aunque antes quiero hablar con él- dije mientras salía del cuarto de Aline para dirigirme a la salida de la pensión, donde esperaba que pasara algún taxi para volver a la mansión Kyros.

No sabía si volver y hablar con Lysander era lo mejor. No podría mirarlo a los ojos, no podría soportar no tocarlo, no besarlo…al saber que sus labios habían sido besados por otra, por esa pelirroja que, al parecer, estaba decidida a quitarme lo que más amaba, decidida a quitarme la vida. Porque eso era ese griego para mí, mi vida.

-No sabes lo que vas a hacer- comenzó a decir Aline-. ¿No te das cuenta que trata de engañarte igual que lo hizo su padre con mamá? Te lo dejé muy claro en una nota que te dejé en la mansión de Lysander- dijo gritando, tratando de hacerme entender algo.

-¿Qué nota?- intenté despejar mi mente entre tanta pesadumbre y recordé-. ¿Tu escribiste esas notas…?- pregunté incrédula.

-Si, fui yo. Lo hice porque quería separarte de ese hombre que lo único que quiere es verte sufrir. ¡Como vayas se reirá en tu cara! Esto es lo que quiere, verte llorando y verte enamorada de él- me señaló. Yo no paraba de llorar desconsolada.

-¿No entiendes que necesito aclararlo todo?- rugí y me derrumbé en el suelo, lastimando mis rodillas con ese acto. No resistía tanto dolor, pero el dolor interior, no el de mis rodillas.

Aline se acercó a mí y me abrazó. Lloré con más intensidad en sus brazos.

-Aunque no haya estado a tu lado estos años, te quiero hermana- comenzó a decir mientras que comenzaba a llorar también-. Sólo quiero lo mejor para ti.

Me tomó la cara y me miró.

-Si quieres ir, puedes hacerlo, pero te daré mi número de teléfono por si tienes algún problema. No te hará daño si yo puedo evitarlo. Vine a Grecia en busca de venganza y no voy a permitir que se vuelva en nuestra contra- dijo Aline decidida y con mirada de odio.

Agarró mis brazos con sus manos y los presionó suavemente para que me incorporara. Una vez que estuve de pie, se dispuso a escribir su número de teléfono para que la llamara si necesitaba ayuda. Aunque era evidente que sí, sólo hacía falta mirarme para saber que la requería.

En pocos minutos llegó un taxi, y después de que mi hermana se despidiera de mí con un beso, me subí al automóvil. Me llevaba a la mansión del hombre que “supuestamente” me había engañado, y “supuestamente” porque en el fondo de mi corazón seguía la esperanza de que todo fuera una trampa, una trampa de Alexis para separarnos. En mis manos sostenía la revista en la que aparecía Lysander y Alexis, además de mi foto. No pude mirarla durante todo el trayecto. Terminaría por romper mi corazón y destruir las pocas fuerzas que me quedaban.

Quisiera poder amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora