Oops, Baby I Love You [EDITANDO]

Un día realmente común

Jack

Desperté esa mañana sintiéndome bastante agotado y con un terrible dolor de cabeza como regalo de la fiesta a la que asistí el día anterior. ¿A quién se le ocurre ir a una jodida fiesta antes de los exámenes de periodo? Pues al parecer, solo a Elsa y a mí.

Me levanté con pesadez de la camia frotando mi rostro, alcé mi vista y pude ver a través de la ventana como Elsa se levantaba de la misma forma que yo, eso me hizo gracia. Ella también alzó su vista y me sonrió agotada, luego solo se puso de pie y desapareció de mi vista.

También me pude de pie, cerré las cortinas para que la luz del sol dejara de entrar. Tomé una toalla y me metí a la ducha para por lo menos con eso, quitarme la resaca. Al salir caminé a mi guarda ropa y escogí unos jeans, una camisa blanca sin mangas y otra roja a cuadros para ponerme encima sin abotonar y me puse unas botas militares negras. Metí mis libros en la mochila y baje a la cocina.

- Buenos días - saludé a mi padre quien bebía una café.

- Buenos días hijo - devolvió el saludo - ¿Fuiste a otra fiesta ayer no?

- Talvez...

- ¿Trajiste una chica a casa?

- Mierda Papá eso no se pregunta - él soltó una carcajada - Pero si tanto quieres saber...

- Buenos días - saludó tímidamente esa chica rubia que traje ayer - yo... Em... debo irme.

Y ya no supe nada de ella - Ahí está tu respuesta - le sonreí orgulloso.

El sé quedo callado por unos segundos - Yo debo ir a trabajar, nos vemos más tarde.

Fue mi turno para carcajear - Diviértete en el trabajo.

Después de desayunar, recogí las llaves del Audi y salí de casa.

- ¡Arendelle si no sales en diez segundos te dejo! - le grité desde el jardín de mi casa.

- ¡Oh no! ¿Qué haría yo sin ti, Jackson? - me gritó de vuelta sonando dramática.

- ¡Irte en el autobús escolar!

- ¡Desdichada de mí! - la escuché llorar falsamente.

- Apresúrate, hablo en serio.

- Ya voy amargado espérame unos segundos, te aseguró que la escuela no se moverá - gritó, pero su voz estaba siendo amortiguada por otra cosa que no supe identificar.

Caminé al garaje para montarme en el auto y conducirlo hasta frente a la casa esperar a Elsa. Después de diez minutos ella entro al auto luciendo unos shorts, una camisa negra y tenis.

- ¿Quién era la chica rubia? - preguntó acomodándose en el asiento.

- Se supone que quieres que te diga su nombre, porque realmente no lo recuerdo - arranqué el motor del auto y este comenzó a rugir y comenzamos el camino hacia la escuela.

- No recuerdo que la hayas llevado... mi mamá se enfadó cuando llegué tarde, se supone que estoy castigada y ni siquiera las calificaciones me salvan - bufó. Acerco su mano al reproductor y encendió la radio en su estación favorita.

Aun con mi vista en el camino pude ver como ella se tornaba cada vez más enfurecida cuando tecleaba en su celular. Solo hay una persona en el universo que la hace enojar rápido. Hans.

- ¿Problemas en el paraíso? - pregunté sin voltear a verla.

- Alguien le dijo a Hans que me vieron contigo en la fiesta de ayer, esta jodidamente enojado conmigo - guardo su teléfono en su bolsillo.