CAPÍTULO 15:

128 38 27
                                    

Y aquí estamos, frente a frente observándonos, buscando la manera de hacer caer a nuestro oponente. El tiempo ha pasado sin ninguna novedad más que cabeceos ocasionales por parte de ambos...es hora de sacar el as bajo la manga:

—Mmmmm —canturreo despacio— mmmm, mmmm.

Él refriega su cara con las manos para espabilarse.

—Eres una sucia tramposa.

—Lo de sucia te lo acepto, pero esto es completamente válido, estoy cantando para despertarme —.Me encojo de hombros.

— ¿Una canción de cuna? —Alza una ceja y tuerce la boca.

—Estaba de moda hace unos años... Mmmmmm, mmmmm, mmmm —. Sigo con lo mío un poco más, y puedo decir que estoy por cumplir mi cometido, porque su cuerpo se relaja recostándose a la pared y bosteza.

—Hey, no es justo, sabes que es mi debilidad —se pone de pie y comienza a saltar y a caminar en círculos—. Pero tranquila, yo también te lo pondré difícil—. ¡Ja! Quiero ver cómo lo intenta.

Me pica el ojo así que pestañeo... Pen, abre los ojos, ¡abre los ojos, maldita sea!

Mi cabeza se da contra las rocas.

—¡Auch! —Me encuentro con la mirada divertida de Derek.

—Eso estuvo cerca...

—Cállate —.Escupo al tiempo que sobo mi nuca.

—Oye —sonríe—. ¿Quieres escuchar una historia? —oh, no, no me digas que él planea... ¡Será mi fin!— Había una vez...

Me levanto como si tuviese un resorte y comienzo a bailar, sí, a moverme y a cantar a todo pulmón las canciones que más me gustan, para no oír su tonta historia infantil (sin importar que piense que estoy loca).

Trago mis propios pensamientos al ver cómo él me imita e incluso inventa sus propios movimientos.

—You and I,I,I,I —.Chillo haciendo el remix de "Runaway".

—You and I,I,I,I —.Sigue Derek. La verdad no sabía que a él la conociera, pero lo más interesante es lo ridículo que suena con voz aguda.

Continuamos danzando, gritando y riéndonos a lo loco hasta que no damos más. Al menos yo estoy jadeando por falta de aire. Está bien...hacer esto fue mala idea, ahora sería un milagro si no caigo a hibernar. No te rindas Pen, tienes que ganar, tienes que ganar.

—¿Estás bien? —Inclina la cabeza preocupado.

—Sí —enderezo mi espalda y suelto un gemido— sólo estoy cansada —ups, eso no debía decirlo— cansada físicamente. Por lo demás estoy fresca como una lechuga —.Como una lechuga pisoteada y enferma.

—Oh, podemos arreglar eso —.Toma mi mano sin previo aviso y me envuelve con sus brazos para luego dejarse caer en el colchón de hojas. Por supuesto que grité en el proceso, pero él lo ignoró.

—¿Por qué hiciste eso?

Desde aquí noto su sonrisa maliciosa ensanchándose.

—Te dije que yo también podía jugar sucio —susurra— .No te pienso soltar hasta que cambies las normas de juego.

Sus brazos son muy cómodos, más que la arena y las plantas. Son una maldita trampa mortal, y estoy cayendo. Es que...es demasiado, su pecho subiendo y bajando contra mi espalda, su aliento moviendo mi cabello rítmicamente. No puedo con esto, simplemente no puedo.

—Está bien —suspiro rendida— las cambio... ¿Derek?

No recibo respuesta inmediata, sólo un grave y somnoliento "¿Qué?" al cerrar los ojos. Luego nada más.

Ni en una isla contigo. #LDAW2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora