Lanelle tenía una insana cantidad de cabello en su boca.
Estaban sentadas al final del salón de clases de Slughorn, apuntando las notas que le estaba dando a su clase sobre cómo escribir un gran ensayo. Felicity hizo una nota mental de comenzarlo en serio.
A través de los años, Felicity había aprendido varias cosas sobre Lanelle. A Lanelle no le gustaba bañarse con cualquier cosa que no fuese jabón de crema de coco. Siempre dejaba el primer botón sin abrochar. Le gustaba mezclar la cerveza de mantequilla con leche. Y, cuando estaba apabullada, masticaba su cabello.
Era algo asqueroso.
—Lanelle —susurró Felicity—, te quedarás sin ningún solo cabello.
Lanelle le mandó una mirada pero no dejó caer el cabello de su boca. Eso hizo que su voz saliera amortiguada cuando habló, pero años de tener que lidiar con su comportamiento habían hecho inmune a Felicity.
—Las pruebas de quidditch son mañana.
—Tú ya estás en el equipo —le recordó Felicity.
—Lo sé, pero aún estoy nerviosa —se burló Lanelle—. No sé si estos nuevitos trabajarán bien conmigo. No sé si las pruebas se pondrán amargas.
—¿No deberías dejar que el capitán se ocupe de eso?
Lanelle le lanzó una mirada amarga. Felicity nunca entendió el quidditch. Sabía cómo se marcaba y sabía las posiciones del equipo, pero jamás había tenido el deseo real de jugar, como Lanelle tenía. Ahí fue que su confusión comenzó.
La gente se rompía los huesos por ese deporte. Felicity sentía un escalofrío ante el pensamiento.
Antes de que Lanelle pusiese dar un comentario igual de frío que su mirada, Slughorn aclaró su garganta.
—Eso será todo por hoy. Si hablé con alguno al final de la lección pasada, por favor quédese para que podamos discutir. ¡Y recuerden que los ensayos son para la próxima semana!
—Esa soy yo —suspiró Felicity—. ¿Te veo en la cena?
Con la boca llena de cabello, Lanelle asintió.
Felicity observó a los estudiantes abandonar el salón. Todos menos uno. Severus Snape se estaba levantando de su escritorio, pero rápidamente se inclinó en él, desplomándose sobre su trasero como si fuera una silla. Aun cuando Felicity no tenía ningún problema personal con Snape, los rumores se habían dispersado rápidamente cuando él llamó a Lily Evans sangre sucia. El solo pensamiento de eso en su cabeza la hacía querer vomitar.
No le apetecía tener una charla con él.
—Ah, sí. Señorita Opal —llamó Slughorn. Felicity se movió para detenerse frente a su pupitre, sosteniendo fuertemente su libro contra su pecho—. ¿Puedo suponer que ha empezado su ensayo de Pociones?
—Sí, profesor —mintió.
—Bien —Hurgó entre los papeles de su escritorio hasta que encontró lo que estaba buscando. Felicity pudo observar un pedazo azul de pergamino—. En la última lección le mencioné que estaba preocupado por sus notas en mi clase. Dado que usted es una de las estudiantes que tiene más problemas con mi curso, he seleccionado al estudiante con las notas más altas para que sea su tutor.
La boca de Felicity se abrió.
—Usted... usted se refiere...
Severus Snape repentinamente suspiró fuerte por su anormalmente larga nariz.

ESTÁS LEYENDO
Tarot Cards ▸ Remus Lupin [Español]
Fanfiction❝Flick, no eres una vidente. Hacer tonterías con cartas de tarot no logrará que Remus Lupin se enamore de ti.❞ ❝Cállate, Lanelle.❞ [ERA DE LOS MERODEADORES] [OBRA DE ANTEBELLUMS]