Capítulo 15

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Elian

Joder, en estos momentos no quería que nadie se me acercara, estaba más que furioso, estos hijos de puta no me solucionaban nada.

Mi Kasia, mi hermosa, en estos momentos solo pensaba en ella, solo ella estaba en mi mente, ella estaba sufriendo en estos momentos por mi maldita culpa, eso jamás me lo perdonaría, jamás.

—Discúlpenos Jefe, pero no pudimos rastrear la llamada — dijo uno de los hombres con miedo.

—¡Joder! ¡No sirven para nada! — le grite furioso a los dos buenos para nada que se encontraban frente a mi.

—Tranquilo hijo, ya nuestros hombres rodearon todo el estado, tienes que tranquilizarte o a si no vas a poder pensar bien las cosas — habló mi padre tratando de tranquilizarme.

—¿Como mierdas quieres que esté tranquilo? ¡Joder! ¡Tienen a Kasia! — dije desesperado. Si no fuera por qué había más personas aquí dentro estaría como un crío llorando. Mi kasia, mi amor, la necesitaba a mi lado.

La necesitaba. Y si, lo admito, yo, Elian Riazza estaba enamorado por primera vez, sentía cosas que nunca pensé, y es que desde que ella entró en mi vida logró que olvidara mi pasado, ese pasado que me marcó por completo. La primera vez que la vi, joder que me condenen si su sonrisa no era lo más hermoso que había visto en el mundo, sus ojos, esos ojos celestes como el mar, mierda, todo de ella me encantaba. Por qué ella en tan poco tiempo se volvió la persona más importante para mí. Y ahora, ahora estaba a punto de perderla.

—¡Jefe! Pudimos localizarlos — habló Louis mientras tecleaba algo en la computadora. Al fin.

—¿Donde están? ¡Rápido! — dije desesperado.

Seacoast Ter, al parecer se ubican en las bodegas donde los Willow fabrican los narcoticos, los tenemos jefe — habló Spencer.

Rápidamente tome mi chaleco antibalas, mis armas y municiones. Mi Kasia voy por ti.

Kasia

Habían pasado varios horas, afortunadamente el hombre asqueroso ya no había regresado, estaba muriendo de frío, ya no aguantaba, Dios, quería salir de aqui. Pensaba en Elian, pero mi madre, mi madre era lo que más me preocupaba ¿ella ya sabrá que estoy aquí? ¿Que estos hombres me tienen secuestrada? No quería que ella se pusiera mal, ella debe de estar muy preocupada.

Un estruendo hizo que me sobresaltara, gritos se escuchaban fuera de la habitación en la que estaba, de pronto de un golpe derrumbaron la puerta, rápidamente me desamarraron los pies y manos, la venda cayó, era el hombre asqueroso.

—Llego tu hora bella — habló mientras me paraba a la fuerza, mis pies ni siquiera tenían fuerza — ¡ponte de pie! — jalo mi cabello — tu bestia vino por ti, pero lastima, morirás antes de que te pueda salvar — me saco a rastras de la habitación, era un bodega, los gritos se seguían escuchando, balazos se empezaron a escuchar, tenía mucho miedo.

Nos fuimos caminando por un pasillo muy largo, él tenía un arma y apuntaba mi cabeza, esto parecía una pesadilla, entramos por una puerta de fierro y entonces lo vi.

—¡Bajen las armas o disparo! — gritó el hombre a mi lado mientras veía como más de quinces hombres apuntaban hacia nosotros con sus armas largas, mi Elian era uno de ellos.

—¡Suéltala hijo de puta! — Elian trató de acercarse.

—¡Ni se te ocurra dar un paso o la mato! — no me había dado cuenta de los cuerpos tirados por toda la bodega.

Cada uno empezó a bajar sus armas. Yo sollozaba a más no poder, quería que esto acabará, no quería que nada me pasara, no quería morir.

—¡El dinero! ¡Quiero el dinero ahora! — gritó, uno de los hombres de Elian tomó un una pequeña maleta y se acercó lentamente hacia nosotros.

Y entonces todo pasó muy rápido, por un descuido por agarrar la maleta con el dinero el hombre asqueroso me soltó, Elian corrió tan rápido que solamente vi cuando tenía al hombre en el piso mientas intentaba quitarle la pistola. No me podía mover de mi lugar, Elian seguía luchando con el hombre, sus "guardaespaldas" solo se quedaban parados sin hacer nada, ¿que les pasaba?

—¡Hagan algo! !Ayúdenlo! — grité llorando mientras veía como Elian golpeaba al viejo asqueroso.

Ellos rápidamente salieron de su trance y corrieron a ayudar a Elian.

—¡Suelta la pistola hijo de perra! — gritaba Elian, estaba furioso, estaba fuera de si, era como si no fuera Él, Dios mío.

Entonces pasó, un balazo resonó por la bodega, cerré los ojos fuertemente, no quería ver, el había disparado, pero sin embargo Elian no había recibido ningún disparo, lo había recibido yo...

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¿Quien más está llorando?

Capítulo muy corto lo se, pero lo subí porque no sé si les pueda subir mañana, así que miren, dos capítulo en un día.

Espero que les guste.

#TeamKelian 💕

No olviden dejar sus votos y muchos comentarios.

Gracias por leer ❤️

SCARSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora