La mala reputación de Andrea Evich ©

Capítulo 22

Estoy sintiendo pena y llorando por mi mismo cuando escucho gritar a Andrea:

¡Estoy tan harta de ti y de tus estúpidas amigas!

¡A la mierda!

¡No, no te vas a ninguna parte!

¡Te mataré! ¡Te mataré aquí mismo!

También escucho gritar a otras personas. El caos allá afuera va en crescendo.

¡Te advertí que lo dejaras en paz!

Un momento ¿Ella me está defendiendo a mi? Eso me hace sentir cobarde. Le ofrecí mi hombro para llorar y a la primera prueba la dejo enfrentarlo todo sola.

Al mismo tiempo trato de ponerle nombre a lo que siento. ¿Miedo? ¿Decepción? ¿Asco? ¿Enojo?

¿Que se siente que medio internet haya visto desnuda a tu novia?

Tal vez vieron desnudo su cuerpo, pero Andrea me ama a mí no a ellos, me digo.

Aun así, esto es tan difícil de digerir.

¿Estoy preparado para ir por más?
Me estoy preguntando qué tanto me hará daño esto a mí cuando aquí lo importante es qué tanto ha afectado esto a Andrea.
Es ella quien sufre el acoso.
Es ella quien es ridiculizada.

Algo sobre escuchar a Andrea enfrentando sola esta situación me hace anteponer su dolor al mío. ¿No debería estar ahí para ella? ¿Cuántas veces le dije que no me importaba lo que Joseline o Chris dijeran? ¿Cuántas veces no le prometí que no me importabael video y los grupos en Facebook? 

Estoy siendo cobarde. Andrea está sola en medio de todo, como ayer, como siempre; mientras yo estoy aquí, encerrado.

Golpeo mi cabeza contra la pared y me pongo de pie. Tengo que ir. No puedo abandonarla. No puedo hacer lo que todos hacen: decepcionarme de ella y botarla.
No sé a qué Andrea Evich vi en ese vídeo, pero la que yo amo me necesita.

En el estado lamentable en el que me encuentro abro la puerta del cubículo y salgo. Sin embargo, antes de salir al pasillo me miro en un espejo.

¿Estás seguro de hacer esto, Oliver Odom?

Imagino que es Andrea quien me lo pregunta y toda duda se disipa. Puedo con esto.

En el corredor frente a la sala de computación hay un pandemónium. Un grupo estudiantes histéricos rodean a Andrea y a Joseline, entre ellos Aaron, Fredo y Chris. Andrea está completamente fuera de sí.

—¡ALÉJATE DE MÍ! —aúlla Joseline, mientras las uñas de Andrea se clavan en su cara.

Andrea tiene a Joseline sujeta por el cabello.

Esa es mi chica.

—¡TE HARÉ PAGAR ESTO! ¡TE MATARÉ! ¡TE MATARÉEEEE! —grita.

Fredo corre al verme entre la gente que ve la pelea. Chris también intenta huir, pero Aaron lo coge por los hombros y lo aprisiona entre sus brazos de Godzilla. 
Trato de decidir qué hacer.

—¡Ya viene la señora Di! —grita alguien al final del corredor.

Reacciono. Tengo que alejar a Andrea de Joseline. Esto no va a terminar bien para ella si la directora la encuentra en ese estado de histeria.

Me abro paso entre uienes rodean a Andrea y Joseline y sujeto a Andrea por la cintura.

—¡Basta! —grito—. ¡Detente! ¡Ya!