Capítulo 1*

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16 de Agosto de 1815

En ese momento estaba en mi estudio tomando una copa de oporto, mientras que frente a mí se encontraban mis amigos riendo.

Gruñí molesto.—Guarden silencio. Trato de relajarme.—jalé un poco de mi cravat y tomé un trago de mi bebida. Estaba molesto por lo ocurrido en el baile.

—Oh, por favor Damien, no puedes decir que no fue graciosa tu cara.—respondió Greg.

—De hecho que si lo fue.—apoyó Robert.

Rodé los ojos en señal de fastidio mientras levantaba mi copa de oporto y tomaba de ella una vez más. Llevaban toda la noche fastidiando con eso. 

Después de ser encontrados en esa situación, todos se acercaron y en esa fiesta, no se fue un alma que no supiera del escándalo. Patética sociedad entrometida. 

—¿Sabes lo que eso significa?—dijo sarcástico Robert.

—Boda próxima.—aseguraron ambos riendo.

—Estúpidos.—me levanté de mi lugar para ir hacia mi habitación y poder descansar.—Espero se retiren y nos los vea en mucho tiempo.

—Dulces sueños, Damien.—dijo Robert y salí azotando la puerta de mi estudio.

Estúpido. Había sido un completo estúpido. ¿Cómo puede acercarme a ella?

Subí las largas y anchas escaleras, hasta que llegué a la puerta de mi habitación donde la abrí de inmediato con la copa de oporto aún en mis manos. Al abrirla, me encontré con George, mi valet.

—Buenas noches, señor Becher.—me recibió.

—Buenas noches George. Por favor, prepara un baño.

—Enseguida señor.—se retiró a preparar mi baño.

Mientras tanto, me encaminé a mi cama para esperar a aquel baño y pensar en lo ocurrido.

¿Por qué demonios fui hacia ella?

La joven es hermosa, pero, aún es pequeña y... Mejor dejo de pensar en eso que me estreso.

Mis tías se pondrán locas cuando sepan, a más tardar mañana. La gente, siempre tan comunicativa....

Después de unos minutos, escuché a mi valet.—Señor, su baño está listo.

Asentí y me levanté.—Puede irse a dormir.—prefería estar solo. Hizo una reverencia, y se marchó, cerrando la puerta de la habitación detrás de él.

En cuanto entré al baño, me quité el traje para poder meterme a la tina antes de que esta se enfriara. Cuando me metí, me senté para relajarme, me gustaba hacer eso cuando estaba estresado, como lo es en este momento.

Camille Britt.

¡Maldita sea!

Cerré los ojos con fuerza y eché la cabeza hacia atrás. Estuve así un rato, hasta que sentí el agua enfriarse, por lo que me salí y agarré la toalla. Me paré frente al espejo que tenía en mi habitación y me vi.

Pero qué hice...

Tocaron una vez más a mi puerta, a lo que respondí con un adelante.

Entró el valet, haciendo una reverencia.—Señor Becher, le ha llegado una carta del Marqués de Winchester.—lo vi desde mi lugar y simplemente le respondí sin ponerle mucha atención.

—Déjela ahí.—señalé la mesita de la entrada.

—Buenas noches.—dijo después de dejarla y hacer la reverencia para irse.

Carta del Marqués de Winchester... Creo que ya sé lo que dirá.

Me acerqué a la mesa y vi la carta.

Cerré los ojos y estiré la mano para agarrarla. Una vez en mi mano, la abrí lentamente para después sacar la hoja doblada en tres, donde pude ver que era corta.

Empecemos.

"Señor Becher.

Seré directo en lo siguiente que diré.

Debido a lo ocurrido esta noche en la casa de los señores Hamilton, usted debe de presentarse en nuestra residencia el día de mañana antes del desayuno para hablar de lo ocurrido.

Lo esperamos.

Marqués de Winchester."

Sí que fue directo.

Ahora sí, me debo de casar con la mocosa.

—Eh, Damien.—escuché al otro lado a Robert. ¿Qué quería ahora?—¿Qué dice la carta?

Rodé los ojos.—Pasa.

Él pasó y se fue a mi cama donde se tiró.—¿Qué dice?—volvió a repetir y se la tiré.

Fui a mi armario y saqué mi ropa de dormir; me fui al baño a ponérmela, no lo haría frente a él.

—Señor Becher...—empezó con ella en mano, cerca de la vela.

—Pero no en voz alta, idiota.—dije desde dentro del baño.

—Perdón.

Salí una vez terminara de vestirme y lo vi con una sonrisa.—¿Qué?

—¡Ya te vas a casar!

—Puedo decidir no casarme.—agarré una copa y me serví oporto.

Frunció el ceño confundido.—¿Qué? ¿Eres capaz?

—Ajá.—bebí.—No me afecta.

—¡Pero a ella sí!

Agarré la carta y vi con una ceja arqueada. ¿A este qué le importaba?—Está bien, ¿qué ocurre?

Él de inmediato se sonrojó, lo cual era extraño.—Bu-bueno...—ahora tartamudear. Sí que era extraño.—Damien.—lo vi suspirar.—¿Recuerdas que una vez en... En uno de mis viajes acá... Antes de que tú regresaras de Irlanda, te dije que me había llamado la atención una dama? ¿y que no te quise decir?

—Sí, lo recuerdo.—me puse recto, creo que ya sé a quien se refiere.—Continúa.

—Es... Es ella.—susurró que apenas lo pude escuchar.

—Oh.

Vi que él se levantó y me vio, parecía que me quería decir algo pero no se atrevía.— ¿Qué pasa? - pregunté, pues no se movía de su lugar.

Él pareció pensar, me miraba buscando algo que decir.—Bueno, me iré a dormir.—sonrió.—Buenas noches, Damien.

Lo miré extrañado.—Buenas noches, Robert.

Y se fue de mi habitación.

Me metí en mi cama a dormir, mañana sería un día normal, pensaba en no casarme con ella, le diría al padre que no me casaría y adiós.

No me afectaba.

....

Primer capítulo de Defendiendo Tu Honor espero y les haya gustado, trataré de hacerlos más largos y todo eso, por el momento pues ya saben, apenas la inicio y es la primera vez que hago esto así que me iré acostumbrando❤

Estephania🌸

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Editado el 05/junio/2020

Defendiendo Tu Honor (D.M.H. 1.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora