Alpha Damián

Capítulo 28

Capítulo  veintiocho

Narra Alex

Contesté el teléfono poco antes que la contestadora se hiciera cargo. Saludé a mi compañero como lo haría en un día normal.

-- ¿Dónde estás ahora, Damián? -- Pregunté. Mi uña rascaba nerviosamente la madera frente a mí. Él nunca se enteraría de lo duro que se me estaba haciendo esto.

Todo por salvar vidas, Me recordé.

-- He tenido que dar media vuelta. Voy de regreso con Dean -- Hubo una pequeña pausa --. Lo siento mucho pero no creo que regrese a casa pronto. Tal vez... si es que quieres, podrías venir aquí. No soporto estar ttamto tiempo sin ti -- Escuché como el aire abandonó bruscamente sus pulmones -- No podras creer lo que ha pasado esta noche. Liv se ha ido. Dean demoró horas en darse cuenta. No sabe como pudo pasar...

-- ¿Qué? ¿Creen que ha escapado? No pudo llegar lejos sola. No creo que sea tan hábil.

-- ¿Qué más podría haber pasado? Dios, imagina el caos que tendríamos si llegó con un policía. La debieron reconocer como la chica perdida de Canadá. Tengo miedo de que de la nada me vea rodeada por oficiales. Que hagan lo mismo contigo.

-- Debes calmarte. Si pasó hace horas, la policía ya debió haber hecho un movimiento. No creo que nos persigan -- Hice una pausa. Debía empezar a considerar una carrera como actriz -- Y si...

-- ¿Qué piensas?

-- Tal vez nuestro objetivo se ha enterado de lo que estamos haciendo. Algún otro alpha pudo compartir la información... si fuese así, tal vez fue tomada. Secuestrada. Llamaré a todos los que conozca en el interior de la manada y preguntaré si saben algo. Por favor, mantenme al tanto de lo que pase con Dean.

-- Tranquila. Lo haré.

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Daniela irrumpió en la casa sujetando a Liv desde sus muñecas. La rubia tenía los pies firmemente clavados en el suelo mientras forcejeaba salvajemente contra el agarre de la chica.

-- ¡Alex! -- Daniela gritó cuando sus ojos se encontraron conmigo. Liv se calmó y me observaba también -- Aquí tienes la niña. He tenido suficiente por hoy -- Sonaba molesta -- Estaré arriba.

-- ¿Qué ha pasado?

-- Tu amiga intentó llegar a la policía, subir a un autobús, gritó "fuego" cuando la estaba llevando a mi auto sobre mi hombro. Además me golpeó y tuve que amarrar sus brazos para que no me hiciera chocar el carro. Ahora tu te encargas de ella, Alex.

-- ¿En serio hiciste todo eso? -- Pregunté a Liv una vez Daniela se fue.

-- Tal vez.

Sonreí. Las personas que no se rinden son mis favoritas. Liv era tan terca como alguien puede llegar a ser. Le hice una seña para que me siguiera escaleras arriba, donde Frank, un miembro de manada al cual le había pedido que se encargará de mantener a Liv siempre dentro de la casa, estaría esperandola para finalmente conocerla. Cuando los presente, ella no parecía muy feliz.

-- ¿Es necesario ponerme una niñera 24/7? ¿No crees que ya soy una niña grande, Alex?

-- Lo siento. Sólo no me puedo arriesgar.

-- ¿Y ahora qué? -- Preguntó -- Ya estoy aquí. Tienes que decirme que piensas hacer.

-- Tu no tienes que preocuparte por nada. Sólo recuerda que nadie salvo Daniela, Frank y yo podemos verte. Si alguien mas viene permanece en tu habitación, escondida -- Me humedecí los labios -- Te mantendré al tanto con las noticias. Pero todavía no se mucho. Sólo que ellos ya saben que te has ido y no te han podido rastrear. Hiciste un buen trabajo con tu cebo.