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Al fin era jueves, eso quiere decir que faltaba un día para el viernes y pronto era el tan anhelado fin de semana.

Mina se encontraba un poco más feliz, de alguna forma. Últimamente sentía que tenía una ventaja sobre la morena, y era molestarla.

Seguía sin comprender por que la morena terminaba rabiando, pero cada vez que Mina le hablaba lindo a una chica o era muy coqueta con un chico, Nayeon la miraba como si fuera a jalarla de los pelos.

Hoy en la mañana, en el laboratorio de Biología, había sido alucinante pero no del todo, ya que terminó con un encéfalo de vaca en su cabello.

Ella tenía de compañera de mesa a Seulgi, la única chica linda de su clase. Nunca habían hablado mucho pero hoy decidió ser muy encantadora con ella y, extrañamente, la chica le habló muy animadamente.

Recuerda aún cuando le dijo un comentario sobre sus ojos y la chica se sonrojó. Mina se felicitaba interiormente, no sabía que tuviera algún talento para coquetear, y menos con las chicas.

Miró divertida toda la clase como Nayeon cortaba el encéfalo prácticamente clavando el cuchillo en la tabla mientras observaba a Seulgi, luego la fulminó con la mirada a ella y Mina prefirió mantenerse alejada.

Había sido el colmo cuando Seulgi, con más confianza, había dejado un beso en la mejilla de Mina, al despedirse. *MOZAAAA, DONDE VAS?! Y WENDY QUE!!*

Antes de que pudieran hacer algo, Mina sintió un objeto pegajoso en su cabello. Era un tentáculo del animal que acababan de disecar y Seulgi también tenía varios pedazos.

Nayeon estaba riendo con sus amigas e hizo una cara de "Yo no fui" tan falsa, que por esa razon Mina no le dijo las cinco palabras.

Pero aun asi seguía feliz, porque al salir y limpiarse, cuando volvió se encontró que Seulgi estaba hablando con una amiga suya a lo lejos y Nayeon debía ser quien ayudara a la pelirroja.

Le pareció perfecto, duró una hora escuchando los insultos de la morena cuando ella se equivocaba y también como rodaba sus ojos, sus preciosos ojos.

El problema era, que después de salir de aquella burbuja en la que estaba, cayó en la cuenta. Qué coño estaba haciendo?

No intentaba llamar la atención de ella, sólo que le gustaba fastidiar a Nayeon porque era muy perra con sus amigas.

Si, si, esa debía de ser la razón. O eso mismo se dijo mientras iba al salón, para su sorpresa no encontró a ninguna de sus amigas. Donde podrían estar?

Intento ir por los pasillos, buscándolas, y decidió ver el campo de fútbol. Las tres estaban allí, observando a los chicos entrenar y todos, incluso Mark, lucían muy bien con el uniforme azul y el casco.

Sana comía unas patatas de su bolsa, Momo y Dahyun charlaban distraídamente sobre temas tribales.

--No sabía que ibais a estar aquí-- dijo sentándose junto a Dahyun.

--Claro, se supone que hoy dan los resultados. Todas debemos estar aquí y vosotras, que sois mis fieles amigas, también-- dijo la pelinaranja, encongiendose de hombros. Después se acercó un poco más, susurrando--. Además, creo que tengo un flechazo por el defensa.

Se refería a aquel chico Moreno de ojos marrones, ese era Junior. Mina lo recordaba, ya que fue él quien una vez el año pasado le tomó una foto cuando estaba bañada en pintura, obviamente por una broma de Nayeon.

--Junior? Es un idiota-- afirmó y la pelinaranja hizo una mueca.

--Tú te fijas en la morenita idiota y yo no te digo nada. Gustos son gustos, querida-- dijo cruzándose de brazos y mirando divertida a su amiga, que tenía un rubor en sus mejillas.

Rivales &gt;&gt; Minayeon (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora