Capítulo 15 🌙

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Arianne

Mi atuendo no está mal. Consiste en una chaqueta de cuero, pantalones ajustados y top blanco. Tengo otras preocupaciones, pero decidí ir a una fiesta detrás de un chico. Son celos por mucho que intente negarlo. Me molesta que Asher haya accedido seguirle la corriente a Julianne a pesar del escándalo que nos involucra con Aulus. ¿Cómo pudo?

Imbécil desconsiderado.

—Te ves caliente —Andrew mira mis labios que resaltan gracias al labial rojo.

—Gracias —sonrío.

Pasamos por la sala dónde la mirada de Ashton me paraliza como un venado frente a los faros. Sus ojos azules me evalúan y contrae los labios en desaprobación. ¿Qué le pasa? Andrew me toma de la mano y me arrastra afuera sin otro comentario. No invita al idiota amargado porque obviamente las fiestas no son de su estilo.

El motor de un auto deportivo ronronea mientras Axel nos espera en el volante. Su boca se levanta en una sonrisa y le da un trago a su cerveza.

—Bueno... —Su lengua limpia la comisura de sus labios —. Asher no estará feliz con esto, Andrew. ¿Quieres volver loco al pobre hombre?

Andrew se encoge de hombros y me abre la puerta del Camaro negro.

—Quiero darle una lección al idiota por irse con Julianne.

—¿Qué tiene de malo si va con ella? —cuestiono —. Son amigos, ¿no?

—Y tú eres su chica —remarca Andrew —. Esa loca deberá entender que mi hermano está fuera de sus garras.

Lo hace sonar como si fuera la mala. Asher es un adulto que accedió a irse por su cuenta.

—Yo... —me empuja en los asientos traseros y Axel arranca cuando su hermano ingresa.

Grito mientras el auto aumenta la velocidad varias millas y me sostengo a la puerta para no golpearme. El viento me alborota el cabello y me uno a la ronda de risas. ¡Están dementes! Una canción de Snoop Dogg suena cuando Andrew enciende la radio. Pronto ambos idiotas cantan y me ofrecen una lata de cerveza.

—¿Desde cuándo conocen a Julianne? —pregunto y bebo la cerveza —. ¿Ella también es licántropo?

Axel mueve la cabeza y disfruta la canción depravada con letra pegadiza.

—Oh, sí. Te caerá muy bien.

Ruedo los ojos ante el sarcasmo.

Diez minutos después, llegamos a la dichosa fiesta dónde están presentes Asher y su amiguita. Las paredes retumban al ritmo de la música rap y hay varios autos aparcados. Luces de neón le dan un toque divertido a la intimidante casa de dos pisos. ¿En qué lío me metí?

—Asher nos golpeará por esto —murmura Axel y salimos del auto.

Me deshago de la chaqueta, lanzándolo en los asientos traseros. Remuevo el dobladillo de mi ajustado top blanco, subiéndolo para que muestre mi estómago. Suelto mi cabello castaño y lo peino con los dedos en un intento ridículo de arreglarlo. ¿Qué me pasa? Esta no soy yo, pero a la mierda.

―Asher me da igual, esta noche vine con ustedes―espeto ―. Son mi compañía perfecta. ¿Qué opinan, chicos?

Dos pares de ojos me observan como si nunca antes hubieran visto a una chica. La boca de Andrew está muy abierta y Axel gime.

Muy bien, Arianne.

―Asher nos cortará las pelotas ―Se queja Andrew.

Me encojo de hombros y miro la enorme casa frente a mis ojos. No es como cualquiera que haya visto antes. Tiene tres niveles con pórticos y techos abovedados. Está rodeado de árboles y el lago con muelle alrededor es precioso. Chicos y chicas se divierten en el agua.

Dulce Maldad [En Librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora