" Si tu recuerdo me hace bien o me hace mal"

1.6K 214 25
                                    

Capítulo II

" Si tu recuerdo me hace bien o me hace mal"

Despertó, aunque fue un despertar para nada agradable, los ojos le pesaban y se sentía mareado, intentó incorporarse entre las blancas sabanas que poco lo cubrían pero un fuerte dolor de cabeza lo paralizó por completo, sentía un poco de calor y se dio cuenta de dos cosas, llevaba la ropa puesta y apestaba a alcohol, se encontraba recostado en la cama del hotel de una manera no muy ordenada y como pudo se sentó y vió las llaves de su habitación tiradas cerca de la puerta, llevó su mirada al reloj de mesa, eran las 12:00 PM, tenía nauseas pero podía soportarlo, no comprendía el por que de su estado por lo que intentó hacer memoria pero solo recordaba haber salido a dar una caminata, resignado se paró y comenzó a desvestirse, le preocupaba de sobre manera pensar en que había ocurrido la noche anterior como para estar así en este momento pero por ahora lo que necesitaba era una ducha, levantó la llave y el agua caía cálida, su cuerpo se relajaba pero su cabeza aún giraba, intentó concentrarse en lo que hacía y se aventuró a lavar su cabello, una vez terminó con su tarea procedió a limpiar su cuerpo, cuando pasaba la esponja por su torso se detuvo abruptamente, arañazos, bajo sus pectorales en dirección a su espalda tenía arañazos, y la pregunta era ¿Qué hacia el con arañazos? – ¡Ten mas cuidado idiota!- Ah, durante su caminata había chocado con alguien – Disfruta el show – La recordaba, aquella chica – Hablas mucho – Imposible, no podía ser - ¿Entonces que esperas?- cerro la llave y el agua dejó de caer – Esperaba que me lo pidieras – Se quedó quieto - Yu.., ahh, no puedo mas – Miraba hacia abajo completamente consternado – Yuri, mi nombre es Yuri Plisetsky – Abrió los ojos con un pequeño temblor en el cuerpo – Yurio, te llamare... - .

-Yurio .- Todo, lo recordaba todo, nunca en su vida había logrado un estado tan impecable de lucidez, recordaba que había despertado en la madrugada percatándose de que estaba en un lugar que no conocía, también el haber entrado a ese lugar y haberse emborrachado, cuando se dirigía a la salida terminó en la recepción y optó por pedir una cama para dormir, en su estado de borrachera sería lo mejor, la mujer lo llevó a la habitación y el se quedó profundamente dormido, a esas alturas y gracias a haber podido dormir un poco se encontraba un relativamente mejor por lo que después de vestirse bajó, pagó por la atención y luchó por ganarle a su poca consciencia para regresar al hotel, en ese entonces cierta parte de lo sucedido se le había olvidado por completo, sus manos repararon en su cabeza tirando de sus oscuros cabellos mientras fruncía el ceño - ¿Qué mierda hice? – Tomó una toalla para secarse y con prisa salió del cuarto de baño encaminándose al armario, ¿Qué clase de basura era?, ¿Cómo había sido capaz de dejar que sus deseos predominaran ante lo que era correcto en un momento como ese? – Lo siento, yo no te haré daño - ¿Cómo había tenido la cara para decirle eso?, el fue un adulto mas que se dejó llevar producto del placer aún cuando se prometió a si mismo sacarlo de inmediato de su mente a penas se dio cuenta de su edad y aún así lo hizo suyo, lo marcó, lo poseyó, terminó haciendo que un niño pagara por su desdicha, por su despecho, a fin de cuentas entró a ese lugar solo para intentar olvidar al menos por esa noche el recuerdo de Víctor, lo admitía, estaba destruido sentimentalmente, cabizbajo se vistió con lo primero que encontró mientras su corazón se contraía, buscó sus lentes, su celular y salió del hotel, tenía que disculparse, necesitaba verlo y pedirle disculpas, no podía dejar pasar su error así como así, no después de lo que hizo, pero fue entonces cuando pensó que intentar olvidar todo y hacer como si nada hubiera pasado era una opción tentadora, seguramente el rubio lo olvidaría, para el era algo normal, quizás el no fue nada importante, quizás fue solo parte de su rutina nocturna, eso pensó y fue justamente lo que lo molestó, ¿Acaso le molestaba ser uno mas?, los recuerdos del ojiverde besándolo, su mirada sonrojada, sus ojos llorosos, sus delicados brazos aferrándose con fuerza a su cuerpo como rogando que lo salvara, que no lo abandonara, sus tiernos gemidos, esas expresiones tan íntimas que le dedicó, y que por alguna razón sentía que no se las había dedicado a nadie mas, se fue transportando poco a poco a la noche anterior, sentía el tembloroso cuerpo del niño abajo de el, la calidez y paz que le transmitía, el placer y la lujuria que en ese momento lo consumían, al encontrarse teniendo ese tipo de pensamientos otra vez su rostro tomo un color carmín, su corazón dio un vuelco, había comenzado a latir con fuerza y la razón ¿Era ese chico?, se sentía ansioso, bailaba en sus recuerdos mientras aceleraba el paso, necesitaba algo, y ese algo era volver a verlo, lo correcto era disculparse por su error y decírselo de frente se había transformado en su mejor opción. Era la cuarta cuadra que caminaba y fue en ese momento cuando se dio cuenta de su estupidez, era de día y el local estaría cerrado si iba ahora, suspiró rendido y su estómago gruñó, no había ingerido alimento alguno desde el mediodía del día de ayer, por ahora comería algo, tendría todo lo que restaba hasta que cayera la noche para pensar en que le diría a su "prima" cuando lo tuviera en frente.

Yo lo llamo amor, ellos lo llaman vivir en pecadoWhere stories live. Discover now