Oops, Baby I Love You [EDITANDO]

.Todo Listo.

Elsa

¿Música? Lista. ¿Invitados? listos ¿Bebidas? Más que listas. ¿Luces? Listas. ¿Mi vestido? Nada listo.

Habían pasado un par de días, ya era el cumpleaños de Jack y estaba revisando las últimas cosas, ya que solo faltaban horas. Pero yo no tenía mi vestido listo.

— ¿Cómo demonios se te olvido comprar tu vestido, Elsa? — me regañó Mérida.

— ¡Los preparativos me hicieron olvidarlo! — exclamé tomando dinero de mi bolsa — ¿Cuánto tiempo tenemos?

— Cuatro horas... ¿En serio ni siquiera le has dicho nada a Jack?

— Nada. Debe pensar que olvide su cumpleaños.

— Pobre — dijo Rapunzel haciendo un mohín — ¿No se enojará contigo?

— No, no lo hará.

— Esperemos que no. ¿Creen que los chicos ser una buena distracción? — preguntó Mérida.

— Sí, pero ¿Les dijiste que no lo embriagaran demasiado no? Si lo hacen estará inconsciente antes de que llegue.

— Tú tranquila. Ahora largo y cómprate un bonito vestido — ordenó Rapunzel dándome una nalgada.

— ¡Auch! Voy. Me llevaré tu auto Mer.

— ¡Con cuidado, Arendelle!

Salí corriendo de casa de Mérida en busca de su auto. Cuando lo monté, fui a una velocidad considerable al centro comercial.

Al llegar fui a mi boutique favorita, siempre encontraba vestidos preciosos en ese lugar. Aunque me tardaría toda una vida en encontrar uno bonito... Quería verme bien, la verdad.

Busqué en toda la maldita tienda y no había uno que me gustara. Salí de esa y caminé a otra, estaba tan apresurada que no me fijaba con las personas que chocaba. Excepto él.

— Oye, tranquila vas golpeando a todo el mundo — Hans me sonrió amablemente — ¿Por qué tan apresurada?

— Hans... Lo siento, es que... La fiesta de Jack es esta noche y olvide por completo comprar un vestido para eso — farfulle pasándole las manos por el cabello.

— Seguro que te verás hermosa con cualquier cosa... Pero... Acabo de pasar por una tienda y vi un vestido... Pensé en ti.

Sonreí — ¿Puedes llevarme?

Me sentía apenada, pero ya había pasado dos horas y yo seguía buscando un vestido y aún faltaba que me duchara, maquillaje y todo lo demás. También revisar las últimas cosas.

— Claro, vamos.

— Gracias Hans.

Caminé a su lado, creí que sería incómodo y la verdad es que así fue. Aunque no tanto como esperaba.

— ¿Cómo has estado? — preguntó rompiendo el silencio.

— Bien... Creo... Avanzando.

— Aun duele, Elsa.

— Hans, por favor — en serio no necesitaba eso ahora.

— Lo sé, lo siento...

— Está bien... He notado que ya no te metes en peleas, te felicito.

— Una bella chica me dijo que fuera quien soy, y no lo contrario... Bien, tomé su consejo.

— Me alegra mucho que lo hayas hecho — le sonreí amablemente.