12. Inmortal Flamel

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Lo que resto de las vacaciones Dumbledore había convencido a Harry de no  acercarse más a aquel espejo, que de uno un otra manera dejaba loco a las personas que se miraban demasiado tiempo en él. Estuve agradecida por eso, de lo contrario no se que habría pasado con Harry.

Aunque pareciera un poco distante, lucia mejor, comía y dormía. No era como antes y eso me permitía estar tranquila.

Dejando a los chicos juntos, decidí investigar por mi cuenta a Nicolás Flamel, se que he escuchado ese nombre en alguna parte, sólo tenía que recordar en  donde. 

Como literal, ya había leído la mayoría de los libros  de la biblioteca, se  me agotaban las opciones y no tenía planeado preguntarle a alguien.

Camine por los pasillos de a escuela, ausente, sumergida en mis pensamientos. Mis alrededores estaba vació, ni una sola alma mágica.

Doble en el siguiente pasillo y seguí avanzando, al fondo del pasillo, había un niño pequeño. Estaba sonriendo y hablándole a la pared. Me paralice, que haría un niño en Hogwarts, no aparentaba tener los 11 años requeridos para asistir a clases.

 Me paralice, que haría un niño en Hogwarts, no aparentaba tener los 11 años requeridos para asistir a clases

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Camine lentamente a él, atenta a cada movimiento, cuando estaba a un par de pasos de él. Dejó de hablar y como si supiera que estaba ahí giró macabra mente la cabeza a mi dirección. Tenía una sonrisa horrible, ojos oscuros, negros, como si nunca hubiera existido esa textura de la esclerótica blanca que rodea los ojos, era un niño, aterrador, de esos que causan pesadillas, me arrepentir inmediatamente de acercarme al niño, definitivamente esto me causaría pesadillas, tranquilice mi respiración preparándome para salir. 

—Él señor va a beber toda tu sangre— Él muñeco aterrador podía hablar y lo estaba haciendo conmigo, su sonrisa no desaparecía. Perpleja con el corazón en la mano, llena de miedo, retrocedí un paso.

Pero el se levanto —Tu sangre, tu sangre, tu sangre, tu sangre — ahora parecía un disco rayado, repitiendo lo mismo una y otra vez —tu sangre, tu sangre — No me di cuenta en que momento empecé a temblar. Iba a morir del miedo y todo por culpa de un niño con ojos de demonio que sólo parecía conocer un par de palabras.

No, Sara Weasley no iba a morir así, mi vida era muy importante.

Sin pensarlo me di la vuelta y comencé a correr alejándome de allí. Nunca jamás regresaría a ese pasillo. Corrí tan rápido que solo  alcance a escuchar como se reía a carcajadas, no voltee para saber si seguía ahí. Lo importante era salir de ese lugar.

... 

Cuando las vacaciones terminaron, trajo el regreso de los alumnos. Entre ellos a Hermione. Contenta de que la mayoría de los alumnos hubieran regresado, y de que la escuela ya no estaría tan vacía, me entusiasme aún más, olvidándome del incidente del niño.

Cuando se lo conté a mi hermano, quiso venir a verlo, pero yo ni loca regresaría a ese lugar. Evadí el tema, aunque tenía mis alertas a lo máximo, procuraba ya no ir sola por mucho tiempo. Hermione dijo que probablemente sólo era un fantasma travieso causando sustos. Quise creerle, pero una parte de mi sabía que no era así, que existía algo más.

Sara; La melliza de Ron Weasley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora