No todo es perfecto en el Edén.

Capítulo 5

Al pasar el tiempo poco a poco Nicole comenzó a hartarse de cada uno de los hombres que vivían junto a ella. Esta situación se daba porque cada hombre comenzó a sentir una atracción no solo física si no tambien sentimental. Al comienzo ella no les tomo importancia, hasta que cada uno comenzó hacer mucho más obvios.

Una cierta noche ella se escapó. Necesitaba estar a solas, lejos de todos ellos. Se sentía sumamente sofocada. Ella se sentía libre, lejos de todos ellos y comenzó a correr y saltar edificios. El viento frio en su cabello y las gotas de un inicio de lluvia chocaban en su rostro.

Ya con un inicio de cansancio corrió hasta alcanzar un auto bus y se subió. Se situó en un asiento libre y observo por la ventana a los segundos sentido su celular vibrar. Al sacarlo vio que tenía un mensaje de Connor, preguntando del paradero de ella. La antigua Nicole hubiera ignorado el mensaje, por un pensamiento de indiferencia a todo, pero ahora ella era diferente y respondió.

A la hora de recibir el mensaje llega a la casa completamente empapada y recibió los gritos de un aborigen sumamente molesto y preocupado. Connor rápidamente la cubrió con una toalla y la ayudo a sacar la mayor cantidad de agua posible. Cuando ella se fue a duchar y a cambiar regreso junto a Connor.

-Eres una idiota Nicole- el nativo la miraba con mucha seriedad –No vuelvas a irte. Tenías que avisar, aunque sea-.

-Lo siento es solo que necesitaba despejarme...no le digas a Altair. Va a matarme.

-Te largaste a la madrugada y llegas a las 5 de la mañana en plena tormenta. -

-Ya. Perdón. -

-Vete a dormir. Te voy a cubrir por esta vez, cuando vayan a buscarte les diré que entrenamos arquería durante la noche. –

-Gracias. Te debo una Connor. –

Antes de que ella pudiera irse fue acorralada contra la pared por el asesino. Se quedaron en silencio unos momentos y poco a poco él comenzó a acercarse a los labios de ella. Se detuvo unos momentos y la miro a los ojos, la noto nerviosa. Beso su frente y se alejó con una sonrisa. La dejo sola y ella se fue a su cuarto reflexionando lo ocurrido.

Al despertar y al bajar el primero en verla fue su padre. Tuvieron un momento de padre e hija, pero eran incomodos desde el momento que se supo lo ocurrido con ella. Cuando su padre se fue todos se acercaron a ella proponiendo diferentes actividades y exigiendo tiempo de ella. Todos la rodearon y en un momento de cansancio, simplemente le grito a todos ellos.

- ¡Ya basta! ¡Me vuelven loca, no los aguanto! ¡Quiero mi maldito espacio! ¡Me hartaron!

Todos quedaron sorprendidos. Nicole los miraba con ira y seguía gritando, pero esta vez con grandes insultos muy dolorosos. Ellos quedaron muy ofendidos. Ninguno hacia esto con malas intenciones querían demostrar lo mucho que apreciaban y amaban. Se comenzaron a ir uno por uno hasta que quedo Ezio con una mirada muy dolorosa y triste.

-Descuida no te volveremos a dirigir la palabra. Ninguno de nosotros. - se fue dejando a Nicole en silencio.

Días, semanas y meses pasaron desde ese momento. Nicole se arrepintió ese mismo día y trato de pedir disculpa a cada uno de ellos. No importaba lo que ella hiciera para poder remediar esto solo hacía que ellos se alejaran más. Nuevamente comenzó a volver a caer en las viejas costumbres. De un día a otro desapareció de su hogar.

Comenzó a marchitarse. Dejo de comer de una manera sana, rara vez podía conseguir alimento y esto causo su desnutrición. Sus brazos tenían muchas cortadas, ansiaba morir y siempre lloraba al volver a despertar cuando se desmayaba. Una noche en particular David encontró a su hija y desesperado saco de la pocilga donde vivía su hija y la llevo al hospital más cercano. La internaron, cuando ella pudo tener la suficiente fuerza regreso a la casa con su padre y para su sorpresa le dieron la bienvenida.

-Eres una estúpida. ¿Cómo se te ocurre? Tenía los huevos hasta la garganta mujer. - Jacob fue el primero en abrazarla, era un abrazo lleno de preocupación y felicidad.

-Ten cuidado. Ella se encuentra bastante débil. Nicole, siéntate. Voy a preparar algo para ti. - Connor se fue a la cocina a preparar un plato originario de su tribu para generar nutrientes. Una vez listo, le sirvió la comida y se lo llevo. – come, te hará muy bien. -

A Nicole le resultaba muy asqueroso, pero al momento de probarlo le gusto el sabor. Luego de esa cena tomo los medicamentos correspondientes y se preparó para irse a dormir. Sin embargo, en el cuarto tenia compañía, Altair estaba preocupado y dormiría en su cuarto esa noche para asegurarse de que se encontrara en buenas condiciones.

A mitad de la noche comenzó una cierta actividad proveniente del asesino sirio. Besos, caricias y otro tipo de contacto físico. Altair la deseaba desde hace un tiempo ya, siempre le llamo la atención el fuerte carácter que ella tenía, la palabra que utilizaba para definirla era leona.

Los labios de ambos encajaban a la perfección para ambos. Los labios de Nicole eran suaves, en cambio los de Altair eran ásperos, pero disfrutaban ambos. Sin embargo, solo tuvieron ese tipo de contacto.