014.

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Jimin es arrastrado por Jungkook lejos de la fogata y producto de que el primero sigue en estado de shock van tropezándose a cada instante.

El peli-morado observa a Jungkook aunque este tiene la vista hacia el frente sin dejar que sus miradas choquen. Sentía el estomago revuelto y su mente no sabía hacer otra cosa que repetir todo lo que Jungkook le había dicho al borracho una y otra vez.

"Ya sabes que es mío."

Jimin se llegó a preguntar si su imaginación le había jugado una mala pasada porque todo parecía muy irreal. Lo único que tenía de prueba para decir que no estaba soñando era el dolor que sentía en el brazo gracias al agarre de Jungkook. Al parecer el castaño no se daba cuenta de la fuerza que estaba ejerciendo sobre el más bajo.

Aún seguían bajo el puente pero la luz de unos pocos focos les iluminaban el rostro. Jimin aún no tenía idea de que era lo que debía decir y eso hacía que sus mejillas se pusiesen rojas igual que un tomate. En esos escasos segundos agradecía que Jungkook no lo mirase, aunque la tranquilidad le duró muy poco.

– Una cosa –empieza el castaño y Jimin ya se prepara para el sermón–, solo una cosa te pedí y no me haces caso. Eres un busca problemas, mariposa.

Jimin no podía estar en más desacuerdo con lo dicho. El estaba seguro de que los problemas lo buscaban a el porque por cuenta propia no deseaba complicarse más la vida de lo que ya estaba. Era como si las cosas malas estuvieran a la vuelta de la esquina cada vez que abandonaba su casa.

Pero no dijo nada de eso.

– Me perdí cuando la gente se abalanzó hacia ti –se excusa–, Namjoon intento afirmarme pero de todas maneras no lo logró.

– ¿Y como mierda terminaste en la parte más oscura del puente?

– Con tantas personas encima comencé a sentirme mal, lo único que quería era salir de allí así que camine hasta alejarme. Ni siquiera estaba atento a donde me dirigía...

Jungkook se detiene de golpe y Jimin choca con su espalda. Cuando el más bajo levanta la cabeza se encuentra con la mirada seria del castaño, le fue inevitable asustarse un poco.

– ¿Tu estás bien? –pregunta Jungkook tomando por sorpresa a Jimin.

El peli-morado ya se había dado cuenta de que estar alrededor de Jungkook era como encontrarse frente a una caja de sorpresas. No hacía ni medio segundo que lo estaba reprendiendo por no hacerle caso y ahora le preguntaba lo más preocupado si se encontraba bien.

– Sí, lo estoy –asegura Jimin quien se sentía un tanto mareado por la ambigüedad del castaño–. ¿Y tú cómo estás? ¿Te duele algo?

Jungkook niega con la cabeza. Minghao apenas lo había rozado así que se encontraba en perfectas condiciones. Lo único anormal, o casi, era el enojo que sentía desde que vio al maldito borracho tan cerca de Jimin. Fue como si la sangre se le calentara en un segundo y ni siquiera se detuvo a pensar sus acciones.

Eso le asustaba bastante.

– Yo estoy bien –le informa al peli-morado como si nada.

Jimin iba a hablar pero fue interrumpido por el teléfono de Jungkook que vibra demasiado fuerte como para que ambos se concentrarán en la conversación. Gracias a esto el último mete la mano en su bolsillo sacando el aparato y deslizando el dedo sobre la pantalla para contestar. Ambos pensaron que se trataría de Namjoon buscándolos mas Jungkook frunció el ceño al escuchar la voz de su mejor amigo.

– ¿Qué quieres, Taehyung?

Jimin quería seguir escuchando pero el castaño hizo una seña para que no se moviese de allí y camino unos pasos para seguir hablando por teléfono. Soltó un suspiro cansado cuando Jungkook ya no estaba cerca, había tantas cosas que lo mareaban y el hecho de que el cuerpo se electrificará cada vez que estaba cerca del chico tatuado no ayuda ni un poco.

Agridulce ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora