Ep. [7]

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[Jimin]

7 meses atrás

  Abro los párpados y sonrío involuntariamente. Pensaba en ella habitualmente, en ese semblante tierno que denota al sonreír, el gesto de su nariz cuando algo no le gusta, en su estatura promedio que la hace ver como una niña, pero tan femenina y realmente hermosa. En el cítrico aroma de su loción y su estilo tan casual de vestir, sus labios rellenos de natural rojizo y el color acuoso de sus ojos en donde me he hundido profundamente tantas veces. Me gustaba. No habían más razones que esa que me tuvieran sonreiendo tanto, sin importar la hora o el lugar. Aunque me esforzaba en ocultar el verdadero motivo.

   Me froto los ojos, tratando de espantar cualquier indicio de sueño, permanezco sentado sobre la cama mientras no puedo evitar bostezar perezosamente. Extiendo los brazos sobre mi cabeza hasta que los músculos se me contraen y entonces bajo los pies al suelo tanteando a ciegas las pantuflas afelpadas.

   Pasé gran parte de la noche elaborando una confesión imaginaria para revelar aquellos sentimientos que tenía guardados con recelo y que me volvían más conciente de su presencia por igual que de su ausencia. Sentimientos claros, que me tenían cada vez más ansioso. Lo pensé hasta que me venció el sueño. Y no era extraño despertar pensando en ella de nuevo.

   Entro al baño y me lavo el rostro. Me siento excitado por una motivación interna que me repite con euforia que hoy es el día correcto. Miro fijamente mi reflejo en el espejo, apoyando ambas manos sobre el lavabo.

   Estoy sonriendo, demasiado. Y mi buen humor no permite que me resulte un tanto patético.

   Recordando el ensayo de hoy, vuelvo a la habitación y repaso la vista por la cama a un costado de la mía. Suga sigue durmiendo y no parece querer levantarse. Ya ha apagado cinco alarmas de su celular, entre gruñidos y ronquidos.

   Siento una ola de valentía recorriendome en las entrañas y me animo casi por autoreflejo, vuelvo al baño y revuelvo entre los productos estéticos hasta tomar el primer pomo de crema para el rostro que encuentro en el gabinete. Regreso de puntillas para evitar hacer ruido y observo a Suga boca arriba en posición estrella, con un pie colgando del lado derecho de la cama y tapado con varias mantas hasta el cuello.

   Contengo la risa, puesto que da esa sensación perfecta de estar bien dispuesto a una travesura. Me dispongo a abrir el pomo y estoy a punto de dibujar en su cara cuando me sobresalta su voz indiferente. Ni siquiera abrió los ojos.

—Hazlo y verás lo que te pasará, Jimin.

   Expando los párpados con sorpresa tanto que el impacto me hace quedar boquiabierto y para colmo caer sentado al piso. Tan solo unos segundos después abre un ojo para cerciorarse que capté el mensaje y lo vuelve a cerrar sin inmutarse en absoluto de mi perplejidad. Al instante me pregunto si realmente estaba durmiendo. Era difícil deducirlo puesto que la mayor parte del tiempo parece dormido.

—¿Pensaste mucho anoche, Jimin? 

   El aura de su tranquilidad me asombra. Sigue sin abrir los ojos. Mientras yo sigo en el piso, apoyado sobre la palma de mi mano y sosteniendo la crema estáticamente en el aire con la otra.

—¿De qué...?

—¿Es por Roselia?

   ¿Cómo demonios hacía eso? Yo ni siquiera le había dicho ni una palabra a nadie sobre mis sentimientos por ella. ¿Estaba siendo descuidadamente alevoso al respecto?

   Mis hyungs me conocían demasiado bien. A veces más de lo que me gustaría. Era la primera vez que me interesaba en una chica desde que los conocí y probablemente me había estado poniendo en evidencia. Y eso que me esforcé mucho para fingir. Me daba vergüenza confesar lo mucho que me gustaba Rose. Aunque si lo pensaba mejor, discretamente la había estado observando mucho, convirtiéndola en mi tema de conversación favorito. Allí radicaban mis errores de novato.

⚘No más que yo⚘║ JungKook, tú y Jimin ║ [Editando y resubiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora