-¿Y? ¿Qué tienes para mi? –Treint lo miro con prepotencia
-Anoche en la cena estuve en una de las reuniones de Giovanni –Néstor le miro fijamente
-En estos días has estado muy cerca de el –Treint sonrió fríamente –Si no estoy mal informado le has acompañado en casi todas las salidas
-Si –El asintió –En la reunión trato el asunto de un nuevo cargamento
-¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Y con quien? –Treint se acomodo en la silla
-Llegara en unos días, al puerto, en un barco de carga, congeladores –suspiro –Sin refrigeración activada, pero a los ojos de las autoridades portuarias no es mas que pescado. La recogida se realizara en camiones de reparto de marisco, y cada uno tomara la ruta correspondiente
-¿Quien? –Treint lo miro atento -¿Y estará allí?
-Tony el Gordo –Néstor frunció el ceño –Si, estará
-¿Y que se supone que hacemos ahora? –León miro a su jefe
-Nada –sonrió –No haremos absolutamente nada
-¿Cómo? –León frunció el ceño
-Esperaremos –sonrió –Quiero coger a Giovanni bien cogido, dejemos que confié totalmente en Kevin, que le conceda toda la información. En el mayor golpe que tenga, le pillaremos con las manos en la masa
-¿Y este cargamento? –Néstor se irguió tenso
-Haz tu trabajo –Treint sonrió divertido –Bueno, el que Giovanni piensa que es tu trabajo –lo miro de arriba abajo -¿Quién nos iba a decir que el que te beneficiaras a la hijita del mafioso nos serviría?
Néstor observo con la mandíbula tensa como su superior caminaba por la nave hasta la puerta y se llamaba tranquilamente
-¿Estas bien? –León puso una mano en el hombro de su compañero
-No le soporto –Néstor gruño molesto
-¿Solo es eso? –León le miro de reojo
-¿Y que mas podría ser? –El lo miro con el ceño fruncido
-Que estas haciendo esto en contra de tu voluntad –León suspiro –Admítelo Néstor, no quieres hacerlo, no quieres hacerle daño a esa mujer
-No quiero hacerle daño –respondió en voz baja
-Ya no se si eres Kevin o Néstor –León le miro a los ojos –Y creo que ni tu mismo lo tienes claro, esto tiene que acabarse
-El problema es como terminara todo –Néstor cerro los ojos e inspiro aire
-¿La quieres? –León mantenía la vista fija en el
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Amor ilegal
RomanceUna misión como cualquier otra, eso era lo que Néstor Macquenzi tenia entre manos. Bajo el nombre de Kevin Jackson se había introducido en la vida y negocios de Giovanni Evans, como uno mas de sus guardias de seguridad y poco a poco se había ganado...