Oniros

Decisión

—Leia...

Abrí mis ojos, me encontraba en los brazos del hombre que amaba. Sonreí.

—Hola —respondí somnolienta.

—¿Cómo estás? —Sonrió cansado.

—Hm, es una pregunta difícil ¿sabes? Muchos mienten a diario diciendo "bien". Nunca se está plenamente bien, si analizamos la situación, no sabremos cómo responder.

—Entonces no sabes cómo responder...

Negué con mi cabeza, no quería decirle todos esos pensamientos que rondaban en mi mente estos últimos días.

—¿Y tú cómo te encuentras?

—Algo cansado cariño. Pensé que podría encontrar una manera de resolver todo, pero no es ni será así —levantó su vista hacia la nada, se veía afligido.

—Tranquilo —alcé mi brazo para acariciar su mejilla— mejor no lo pienses demasiado.

—¿Cómo puedes estar tan tranquila?

—No lo sé, he pensado mucho en estos días, no quiero ir en contra del destino, es agotador. Ya lo sabes.

—¿Y qué has pensado? —Me miró curioso.

—Que debo recuperar un poco de mí, antes de que sea demasiado tarde.

—Tiene sentido... Bien, como quieras. Yo en cambio pensaba entregarte todo antes del fin.

¿Entregarme todo antes del fin?

—¿De qué hablas?

—Si quieres te muestro.

Dudé un segundo, sé que debo permanecer algo neutral pero no lo estoy resistiendo, es muy duro verlo así, deprimido, triste, decaído, lo menos que puedo hacer es regalarle un poco más de felicidad, debo dejar de ser egoísta por un segundo. Es obvio que sea lo que sea nos dolerá a los dos... No podré evitar nada, y mejor es no arrepentirse en un futuro.

—Muéstrame.