42- Me llegó un mensaje de un desconocido.

2K 121 23
                                    

¿Vieron esos días super calurosos que ya no sabes que hacer para estar fresco? Bueno, hoy claramente es un día de esos.

No tengo ni las más mínimas ganas de salir a la calle, porque se que con cinco minutos al sol me cocinaré como un pollo en el horno. Y no, no quiero eso. Por eso es que estoy en el sofá con el aire acondicionado prendido y llevando puesto un top deportivo con un short con el mismo estampado. No estoy maquillada porque con el sudor pareceré un mapache y además estoy sola en casa, ya que mi madre está en la casa de una amiga y Matt hoy no se apareció por aquí. Mi padre creo que está en su departamento, se quedará hasta el martes aquí.

Estamos a sábado y Austin llegará mañana. Y el otro día en uno de mis momentos de lucidez recordé que si los padres de Austin vuelven, él ya no vivirá aquí. Será extraño no verlo en el desayuno o ir juntos a la escuela, pero me acostumbraré, no es como si me fuera a morir. Y por lo tanto Matt también estará menos tiempo aquí, lo que también será extraño, pero también me acostumbraré.

-¡Corre más rápido, Chuck! -le grito a Chuck, bueno mejor dicho al televisor porque dudo que el gran Chuck Bass fuera a prestarme atención.

¿Que? No creo ser la única que le grita a los personajes de las series que mira para que hagan lo que uno quiere.

Es curioso el hecho de ver en la televisión lugares por los que paso a diario, como el Central Park. Siempre me pregunto que cómo nunca los vi grabando.

Creo haber escuchado el timbre. ¿Que idiota se atreve a interrumpir mi maratón de Gossip Girl? Oh no debería haber dicho idiota, porque si es mi padre le hubiera dicho idiota él y no debería hacer eso. De todos modos él no se enterará. Me levanto de mi comodísimo lugar en el sofá y pongo en pausa el capítulo que estaba mirando.

Camino hasta la puerta y odio el hecho de no llegar a ver por el agujero de la puerta, si todo se lo debo a mi hermosa altura. Y también a los idiotas que fabrican puertas que me hacen bullying.

-Holis. -dice y salto a abrazarlo. Me toma sorprendido entre sus brazos, y casi caemos porque el idiota se desestabilizó. Bueno en parte es mi culpa por lanzarme encima de él sin previo aviso.

Luego de unos segundos nos separamos y lo miro. Lleva puesto un traje de baño azul y celeste con una remera blanca suelta.

-¿Calor en New York o a mi me parece? -pregunta.

Creo que mis mejillas están rojas o están poniéndose rojas, lo siento por el calor que se apodera de ellas, bueno además del calor que hace. Acabo de darme cuenta de que yo estoy simplemente en el top deportivo que digamos no disimula mucho y el short. Esto es algo incómodo y creo que Austin también lo notó. Haré como que nada sucedió.

-Si, en verdad que hace demasiado calor. -le digo y suspiro- Pasa.

-Si, tus mejillas creo que notaron el calor. -comenta pasando junto a mí.

Idiota, idiota, idiota. Idiota.

Yo solo voy detrás de él para evitar que vea el color de mis mejillas o al menos ocultarlo lo mayor posible, aunque creo que ya lo notó.

-Yo... eh ya vuelvo. -le digo y corro escaleras arriba hasta mi habitación. Tomo una remera y la coloco por encima del top. Voy hasta el baño de mi habitación y me miro al espejo. Genial Sam, te ves genial.

Mi pelo es un gran desastre, que comenzó como un moño desprolijo y ahora es algo... no sé qué es. Mi rostro parece el rostro de un zombie sin maquillaje, aunque mirándole el lado positivo, si tenía maquillaje hubiera sido un mapache.

No sé qué es mejor, si ser un zombie o un mapache. Creo que ninguno de los dos, agh, que difícil es ser mujer.

Libero y acomodo las ondas de mi cabello, y me coloco rímel y un leve brillo labial, ahí ya no me parezco tanto a un zombie.

Los Populares Donde viven las historias. Descúbrelo ahora