Capítulo 4.

161K 20.2K 12.6K
                                    

Recorrían las oscuras calles de Seo-gu, parecía una zona totalmente liberada de policías, Jimin podía notar con facilidad a personas fumando y drogándose en varias esquinas, portando armas de forma tan casual como si se trataran de anillos en los dedos. Cada tanto se podían oír disparos y gritos a lo lejos, cosa que a cualquiera le erizaría la piel por el miedo, pero que al joven de cabello rosado lo emocionaba, casi que por poco podía llorar de la felicidad. Su sonrisa se notaba de oreja a oreja y sus ojos se cerraban por aquella acción.

Suga caminaba detrás de él, observando cómo volteaba su cabeza hacia cada dirección para observar los detalles mientras mantenía el arma en su mano derecha y una expresión alegre. Parecía estar con la guardia baja. En cualquier situación así, Suga aprovecharía para tomarlo desprevenido y salirse con la suya..., pero sabía muy bien que toda esa apariencia solo era un engaño para él. Jimin en ningún momento había bajado su guardia, estaba incluso más en alerta que él y su compañero.

—Dime, Suga... —V rompió el silencio—. ¿Qué pasó cuando nos separamos?

El mencionado soltó un suspiro, sintiendo pereza de tener que contarle toda su odisea a su amigo. Quería omitir los momentos con aquel joven Park, porque no quería dar a entender que había sido intimidado por esa pulga.

—Yo fui a buscarlos luego de que robaron en mi casa —respondió Jimin, metiéndose en la conversación cuando nadie lo llamó—. Vi que Suga hyung tenía la pierna herida, así que lo ayudé.

V se dio la vuelta de manera brusca con una expresión de desconcierto increíble.

—Sí, lo sé. Esa fue mi reacción también —dijo Suga, viéndolo.

Los ojos profundos de V se posaron sobre su amigo por un momento, pero luego sobre Jimin, y se le ocurrió una excelente idea. Comenzó a aproximarse hacia él hasta quedar frente a frente y, entre la penumbra, una especie de hilo fino, que solo se podía distinguir por la tenue luz que lo iluminaba, rodeó con delicadeza la silueta de Jimin. V tenía un peculiar brillo en su mirada por la emoción y Suga observaba la escena sin muchos ánimos, porque su amigo siempre hacía lo mismo, le encantaba intimidar a los demás. Sin embargo, Jimin no hizo nada al respecto, en absoluto, solo se quedó quieto.

—Bueno, no son del todo invisibles... —habló como si nada—. Más bien son muy finos, pero casi, casi no los veo —concluyó la frase entre risas.

—Sabes que puedo cortar tu cuello ahora mismo si hago el movimiento exacto, ¿verdad? Son hilos muy filosos —dijo V, frunciendo el ceño.

El joven de cabello rosado alzó su rostro para verlo con detenimiento, ya que su altura era un poco mayor. Por dentro se divertía al pensar en Suga llamándolo "mocoso", ya que con él no tenía que mirar hacia arriba, pues sus estaturas eran iguales.

—Claro, aunque también son frágiles —respondió Jimin con una sonrisa que le provocó cerrar sus ojos—. Y sabes que yo tengo un arma, ¿verdad?

V soltó una risita ante el sonido del objeto mencionado siendo movido en su mano y separó el hilo del cuello ajeno, viéndolo con diversión.

—Eres bueno en esto —lo halagó.

Suga bufó con molestia por la escena estúpida que sus ojos estaban viendo y siguió con su camino, provocando que su compañero y Jimin también avanzaran. Se empezaron a oír disparos a la lejanía y de a poco se fueron haciendo mucho más fuertes, como si se estuvieran acercando. El joven de cabello rosa observó con curiosidad hacia la dirección de donde provenían, quedándose quieto en su lugar a la par de los demás.

—¿Crees que sean esos intentos de gánster que siempre se meten en nuestros asuntos?

—Parece que sí —sonrió Suga—. Cuando lleguemos le daré una buena golpiza al imbécil de Zico por dejar que sus ratas interfieran en los trabajos de otros. Siempre queriendo llevarse el crédito cuando no le incumbe.

Pinky Hair Boy - YoonMin [+18] EN FÍSICO DISPONIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora