Abro mis ojos y bostezo con pereza, paso mi mano por mis ojos y me levanto de la cama, un exquisito olor proveniente de la cocina hace crecer mi hambre, recuerdos de ayer golpean mi cabeza y salgo de la habitación.
No entiendo como fue capaz Natalia de llevarme a la cama, ella está limpiado la boca de mi hijo y le habla para hacerlo comer.
Sonrío conmovido y me acerco a ellos. Se percatan de mi presencia y ambos me miran.
-Buenos días- saludo.
Ella me sonríe y Julian balbucea.
-¿Cómo te sientes?- pregunta.
-Mucho mejor- respondo y me acerco a ellos, beso la frente de mi hijo y luego la de ella.
-Toma asiento, preparé desayuno- dice y se levanta, saca algunas cosas y me sirve. El plato contiene, huevos, tostadas, mantequilla, salchicha y algunas otras cosas, luego me da un vaso con jugo de naranja y sigue alimentado a mi hijo.
Como rápidamente y lavo todo lo que Natalia utilizó para hacer la comida.
Agradezco y me dirijo al baño.
Tomo una corta ducha y me visto, faltan tres meses para que se acabe el año, quiere decir, tres oportunidades más para ver a Viviana, sé que es lo menos que debería estar pensando ahora, pero ella ocupa una gran parte en mí.
-Natalia, ¿crees que podrías cuidar a Julian?, yo iré a la librería, no podemos dejar de trabajar- pregunto, aunque sé que su respuesta será un sí.
-Vale, vete a trabajar, es agradable estar con él, se parece mucho a ti- dice mientras lo admira.
Me despido y salgo de casa.
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10 de cada mes
Teen Fiction10! Espero éste número con ansias. ¿Por qué? El 10 de cada mes, veo aquella chica misteriosa que me quita el sueño. Aquella chica que siempre lleva un diferente color de cabello y una expresión neutra. Muchas veces pasa con un libro en sus manos o...