Sueño cumplido (Luka Dončić)

38. La final

Aunque me niegue a reconocerlo, me ha encantado pasar la noche con Luka. Nunca tendría suficiente de él, es como un imán del que cuanto más me alejo, más quiero acercarme.

La manera que tiene de hablarme, de mirarme, de tocarme, de besarme. Su cuerpo, sus ojos, su pelo, su sonrisa. Estoy perdiendo la cabeza.

Pasamos el día en el pabellón. Todo está lleno de periodistas, ex-jugadores y jugadores que están siendo entrevistados. Yo me dedico a observarlo todo y a aprender de los profesionales. El periodismo es muy distinto detrás de las cámaras y tengo muchísimas ganas de ser yo quien haga las entrevistas y quien aparezca en la pantalla.

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Narra Luka

Ocho menos diez de la tarde. Pabellón Fernando Buesa. Final de la Copa del Rey contra el Valencia.

Estamos haciendo la rueda de calentamiento y estoy bastante más nervioso de lo que me gustaría reconocer. Una final es una final, y más aún con mi Madrid, el equipo de mis amores.

Por otro lado, sé que Cris estará mirándome  atentamente a través de sus largas pestañas y eso añade cierta responsabilidad. Quiero hacer un buen partido por mí, por el equipo y por ella.

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Narra Cris

Quedan tres minutos y veinte segundos del último cuarto de la final de la Copa del Rey. El Valencia está cinco puntos arriba y yo no puedo estar más nerviosa. Me muerdo las uñas y miro constantemente al marcador. Carlos me conoce lo suficiente y por eso presiona mi rodilla suavemente, tratando de tranquilizarme.

Quedan poco más de dos minutos, el speaker anuncia que sale Luka Dončić. El corazón se me acelera y siento como si fuese yo la que tuviera la responsabilidad de jugar en vez de él.

Rebote en defensa de Luka, que corre desbocado en el contraataque, dándosela a Carrol, que anota un triplazo. 82-80. Canasta del Valencia. Triple increíble de Luka. 84-83. Robo de Felipe, Taylor entra a canasta y saca la falta personal: dos tiros libres. Falla el primero. Anota el segundo. Empate a 84. Quedan 60 segundos. Canasta de dos del Valencia. Triple del increíble Llull, levantando de nuevo a la parte madridista de la grada. 86-87. Quedan 15 segundos, tiempo muerto. No recuerdo haber estado tan atacada de los nervios en mucho tiempo. Fin del tiempo muerto. El Valencia tiene la última posesión para ganar el partido pero el Madrid defiende con todo, haciendo que les cueste encontrar hueco. Se la juega San Emeterio de dos y el mundo se para a mi alrededor. El tiempo que la pelota tarda en tocar aro y salirse se me hace eterno.

Fin del partido, el Real Madrid es campeón de la Copa del Rey por quinta vez consecutiva. Abrazo a Carlos, radiante de felicidad. Ha sido un partido durísimo y eso se refleja en la euforia de los jugadores, que han sufrido hasta la ultima pelota.

Uno de ellos en concreto viene corriendo hacia donde estoy. Sin que me dé tiempo a reaccionar, me coge de la cintura, me atrae hacia él y me besa. Yo le agarro la cara y le sigo el beso, como si no estuviésemos rodeados de gente y de cámaras.

-Te lo dije, eres mi amuleto-me susurra al oído antes de salir corriendo a celebrar con sus compañeros.

No sé dónde meterme y me da por mirar a Carlos. Ambos empezamos a reírnos y yo me siento y me cubro la cara con las manos, roja como un tomate. Ahora todos mis compañeros saben que estoy con Luka y seguro que las cámaras lo han grabado. Ha sido un Iker Casillas- Sara Carbonero en toda regla y me cuesta asimilar lo que acaba de pasar. ¡Este tío está loco!

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Narra Luka

No lo pienso. En cuanto suena el pitido final, el que nos hace campeones, corro hacia donde está ella. Me importa tres cojones que lo graben las cámaras o que lo vean mis compañeros. ¿Por qué vivir conteniéndose? Me moría de ganas de besarla y eso he hecho. Ya se lo he dicho, es mi amuleto y no puedo estar más contento de tenerla aquí.

Subo a Rudy sobre mis hombros para que corte la red de una de las canastas, coma ya es costumbre. Le dan la Copa a Felipe, el capi, y todos nos subimos al podio. La levanta ante nuestros gritos de "Felipón, Felipón, lololololo".

Suena el himno del Madrid y luego el mítico "We are the Champions". Ha sido un partido muy duro, pero este equipo ha sabido luchar y aguantar hasta el final.

Voy para el vestuario a seguir celebrando cuando una periodista que conozco, Milena, la que siempre nos entrevista después de los partidos, me llama.

-Bueno, Luka, lo primero: enhorabuena por el partido y por el campeonato.

Sé perfectamente por dónde van a ir los tiros, pero no me preocupa en absoluto.

-Y bueno, si no es mucho preguntar: ¿y ese beso? -se entromete en mi vida personal delante de miles de personas pero siempre con una sonrisa en la cara; qué cansina puede llegar a ser esta profesión a veces.

Me río antes de contestar.

-Es mi chica, ha sido uno de mis apoyos fundamentales y es en lo primero que he pensado cuando ha acabado el partido.

-Bueno, Luka, te dejamos celebrar. Gracias y enhorabuena de nuevo.

-A ti.

Me voy corriendo al vestuario, donde ya han descorchado el champán y puesto la música. Cuando me ven entrar empieza el vacile.

-El niño la ha liao' -grita Llull.

-El niño la ha liao', el niño la ha liao', el niño la ha liaaaaao' - le corean los demás mientras Jeff me baña en champán.

Ahora toca celebrar. Menuda nochecita me espera.