Capitulo 14

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Hanny

Dos días después de haber pasado el día con los chicos recibí un mensaje de mi hermano. El mensaje solo decía la fecha en la que estaría en Miami y donde podíamos encontrarnos. 

Decidí que iría hoy a la estación central y hablaría con el. Se lo dije a Juli, pero por alguna razón no le dije nada a Andy, me escabulliría de la clínica en la hora del almuerzo y ya luego avisaría a Andy donde estaba. Quería hablar con mi hermano a solas sin acudir ala ayuda de Andy. 

Salí un poco antes de la hora de almuerzo y dejé un breve mensaje a Andy para que no se preocupara, no sabía que pensaría, pero realmente necesitaba empezar a actuar sin depender o recurrir a el. Sé que no iba a gustarle, pero ya hablaríamos de ello.

Los últimos cuatro días habían sido perfectos. Tan perfectos que por momentos me abrumaba tratar de alejar el negativismo que me venía a la cabeza cuando pensaba en que todo iba a estallarme en cualquier momento. Solo iban 4 días, pero en ellos había sido tan feliz que parecía irreal. 

Andy parecía irreal. 

Suspiré con fuerza cuando aparqué frente a la estación. El lugar enorme, habían personas caminando por todos lados, oficinas que se abrían y cerraban constantemente. Sea lo que sea que hiciera mi hermano aquí debía ser importante. 

Me acerque a la oficial que se encontraba en la recepción.

—Buenas tarde señorita, busco a ... — mierda, no sé cómo preguntar por el – Thomas Maslow .

—¿El capitán Maslow? – asentí insegura - ¿tiene cita?

—Si, tengo una cita con él. 

Técnicamente no era mentira.

—Necesito su nombre y número de identificación — mostré mi carné — bien, tercer piso oficina 22.

—Gracias.

Comencé a planear mentalmente lo que le diría, "hola, hermano, tiempo sin verte" patético. "Tommy, hola ¿Qué tal tu vida?" aun más patético. "Hola, hermano, perdóname por ser una estúpida insolente que te hiso a un lado por tener buen sexo y creerme independiente" si, definitivamente no diría eso. 

El timbre del ascensor sonó y las puertas se abrieron, salí con las manos sudando y el corazón palpitando con fuerza.

Toque la puerta de la oficina y escuche un "adelante" que me erizo la piel. 

—Hola, Tommy —dije desde la puerta.

Me quedé de pie viéndolo sonreír desde el interior de la oficina blanca con muebles negros. Estaba sentado detrás del escritorio con el paisaje de Miami. El corazón me palpitaba 

—Hermanita, tiempo sin verte.

—¿Puedo abrazarte? — mi voz salió en un susurro.

—Esa es una pregunta bastante estúpida — dijo levantándose y abriendo los brazos para mí.

Corrí hacía el y lo abracé con fuerza. Lo sentí dar besos en mi cabeza haciéndome sollozar. Había extrañado tanto sus abrazos que no quería separarme de él.

—Me encanta saber que estas bien, chiquita — me reí contra su pecho.

—Extrañé tanto que me dijeras así — me separé secando mis lágrimas.

—No tienes idea de lo mucho que yo te extrañé a ti, tonta.

—Sé que tengo que disculparme por muchas cosas— dije poniéndome más sería.

Sin Temor a NadaWhere stories live. Discover now